­La riqueza financiera de las familias, medida por la diferencia entre ahorros y deudas, creció un 5,2% en la primera mitad del año, hasta los 1,572 billones de euros, después de que el ahorro aumentara un 3,4% y se situara en 2,345 billones, en parte por las dudas sobre la evolución de la economía.

Según las cuentas financieras de la economía española, publicadas por el Banco de España, la mayor parte de ese ahorro, casi el 40%, está en efectivo y depósitos, que crecieron un 4,5% interanual y sumaron 915.000 millones de euros, el nivel más alto desde que se recogen estos datos.

A continuación se situaron las participaciones en el capital (27% del total y 958.588 millones); los seguros y fondos de pensiones (16% y 383.327 millones) y las participaciones en fondos de inversión (14% y 325.678 millones).

En opinión de los expertos consultados, este incremento del ahorro, que es bueno en términos generales y rompe la tendencia de los últimos años, también tiene la contrapartida de que es un dinero que no va al consumo, que no genera riqueza, al margen de que tampoco ofrece rentabilidad al ahorrador.

El responsable de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres, también destaca que aunque el ahorro aumenta, las deudas no se han reducido y el nivel de endeudamiento de las familias sigue en torno al 60% de la economía, que es elevado pero está lejos del pico marcado en la burbuja inmobiliaria.

El problema de ese ahorro es que es improductivo, es decir, que no se canaliza a la economía real, pues los bancos están teniendo problemas para prestar ese dinero. Sin embargo, la parte positiva es que las familias que ahorran están ahora en mejor situación para afrontar una posible nueva crisis en la que, por ejemplo, puedan perder su trabajo.

También ha contribuido al incremento de la riqueza financiera que los tipos de interés están tan bajos y que la gente ha destinado mucho menos dinero al pago de sus deudas, fundamentalmente la hipoteca, explican los expertos.

La deuda consolidada de las empresas y de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro (ISFLSH) alcanzó los 1,617 billones de euros a cierre de junio, un 132,1% del Producto Interior Bruto (PIB) y 5,2 puntos porcentuales por debajo de la registrada un año antes. Los activos financieros netos de las familias representaron un 128,4% del Producto Interior Bruto (PIB) español, 2,1 puntos porcentuales más que un año antes.