El rey Felipe VI, que este lunes inauguró en Murcia el XXII Congreso de la Empresa Familiar, elogió los valores que distinguen a estas compañías y resaltó especialmente la mayor presencia de la mujer en los órganos de dirección, su longevidad y su apego al terreno. Animó a los empresarios a apostar por la revolución digital, la transición ecológica y la economía circular, además de salir al exterior.

El monarca fue recibido en el Auditorio Víctor Villegas por casi 700 empresarios procedentes de toda España, entre los cuales se encuentran los presidentes de grandes compañías nacionales. Recordó que se trata de un encuentro al que lleva asistiendo varios años y aseguró que no se siente «ajeno» a los problemas que afrontan las empresas creadas por las familias.

Apenas un mes de después de haber visitado Los Alcázares y la provincia de Alicante para conocer los desastres causados por la gota fría a mediados de septiembre, Don Felipe quiso enviar «un mensaje de afecto» a las personas que han sufrido los efectos de las inundaciones en la Región, Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña, Andalucía y Baleares. También quiso recordar a las víctimas que han perdido la vida a consecuencia de las fuertes lluvias y a los profesionales que han ayudado a los damnificados.

En su nueva visita a la Región el rey animó a los empresarios presentes a mantener los valores que permiten orientar el crecimiento hacia «un desarrollo sostenible», basado en «la revolución digital, la transformación ecológica y la economía circular», advirtiéndoles de «el futuro nos alcanza a una velocidad de vértigo».

En opinión de Felipe VI, las compañías familiares son «una referencia económica y social esencial» para España y están llamadas a desempeñar un papel decisivo en el crecimiento social y medioambientalmente sostenible. Un referente en «valores, tradición y apuesta por la competitividad que es esencial apoyar aplicando medidas que dinamicen su crecimiento», subrayó.

Recordó que la empresa familiar representa más del 80% del tejido empresarial y generan más de seis millones de empleos.

Apuntó también que «llevan en su ADN valores que transmiten de generación en generación» y aseguró que presentan rasgos distintivos, como una mayor presencia de la mujer en los órganos de dirección y una mayor longevidad, dado que trabajan con los ojos puestos en unos objetivos distintos. «Las empresas familiares se caracterizan por tener mayores tasas de supervivencia en épocas de dificultad», indicó,

Aprecia en ellas «una cultura emprendedora» que contribuye a la preservación y el mantenimiento del patrimonio.

También animó a los empresarios a «profundizar en la internacionalización , un reto de presente y de futuro que merece el mayor apoyo» en «una Europa más unida». Don Felipe aconsejó a los directivos de las compañías presentes en el congreso que también «exploren el mercado de Corea», país que ha visitado la pasada semana, al regresar de Japón. «Para mí fue un descubrimiento», explicó, por «el enorme dinamismo económico» y por «el aprecio y el cariño hacia España» que ha percibido durante los encuentros que ha mantenido en el país asiático. A su juicio, en Corea existe verdadera «pasión» por todo lo español.

El jefe del Estado también aseguró compartir la preocupación por la enseñanza que preside los debates del congreso de la empresa familiar y coincidió en que «la educación es el pilar del progreso económico y social».

Aludió a la declaración firmada este domingo por las organizaciones territoriales que integran el Instituto de la Empresa Familiar en la demanda de una reforma de la Formación Profesional que contribuya a adaptar la preparación que reciben los jóvenes a las necesidades reales del mercado laboral y de las demandas de las empresas. Consideró que «apostar por la educación es una visión a largo plazo de apoyo a la sostenibilidad» y de respaldo a los jóvenes que tratan de abrirse camino en el mundo laboral y, sobre todo, «a los jóvenes que sufren las consecuencias del desempleo».