El cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Cuando las células tumorales proceden del tejido glandular de la mama y tienen capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, hablamos de cáncer de mama.

Los órganos están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable. Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que, con el tiempo, dará lugar a un tumor o nódulo. Si estas células además de crecer sin control, adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis).

¿Cómo detectarlo?

La mamografía es la técnica utilizada más eficaz para detectar anomalías hasta 2 años antes de que sean palpables. Y, además, es una prueba periódica que cubre la Seguridad Social.

Aunque no está de más, la AECC no recomienda como único método de detección la realización de autoexploraciones. Hay que acudir al médico regularmente o si se nota alguna anomalía en las mamas. Es importante llevar hábitos de vida saludables, comer sano, realizar ejercicio físico y acudir a revisiones periódicas.

Radioterapia

La radioterapia es la utilización de radiaciones ionizantes para el tratamiento, local o locorregional, de determinados tumores empleando rayos X de alta energía. El objetivo de los tratamientos con radioterapia es destruir las células tumorales causando el menor daño posible a los tejidos sanos que rodean a dicho tumor. Los avances científicos y tecnológicos han permitido que el tratamiento se realice con gran precisión, preservando y minimizando los efectos secundarios en los tejidos sanos.

Quimioterapia

La quimioterapia es una de las terapias más empleadas en el tratamiento del cáncer. Su objetivo es destruir, empleando una gran variedad de fármacos, las células que componen el tumor con el fin de lograr la reducción o desaparición de la enfermedad. A los fármacos empleados en este tipo de tratamiento se les denomina fármacos antineoplásicos o quimioterápicos. Estos fármacos llegan a prácticamente todos los tejidos y ejercen su acción tanto sobre las células malignas como sobre las sanas.

¿Cada cuánto tiempo hay que someterse a revisiones?

El cáncer de mama es el tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Cuando las células tumorales proceden del tejido glandular de la mama y tienen capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar órganos alejados e implantarse en ellos, hablamos de cáncer de mama.

Los órganos están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable. Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que, con el tiempo, dará lugar a un tumor o nódulo. Si estas células además de crecer sin control, adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis).