El último episodio de muerte masiva de la fauna del Mar Menor se puede repetir. Así lo aseguró ayer el consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, en un receso de la reunión que mantuvo con el Comité de Expertos en Ecología Lagunar en San Pedro del Pinatar.

Los científicos fueron convocados con urgencia para evaluar el estado del Mar Menor, después de que durante todo el fin de semana aparecieran muertos en la orilla de la playa pinatarense de Villananitos miles de crustáceos, peces y anguilas que se acercaban a la orilla para absorber algo del oxígeno que no encontraban en las profundidades. La triste imagen estuvo acompañada de un fuerte hedor a descomposición.

La causa ha sido una capa anóxica (agua sin oxígeno) que estaba en el fondo de la laguna salada, provocada por la entrada de agua dulce (60 hectómetros cúbicos) y grandes cantidades de sedimentos tras la DANA, según las explicaciones de los científicos, dijo Luengo.

El consejero subrayó que esa era «la realidad» , rechazando que pudiera haberse debido a un vertido puntual, como se denunció desde algunos sectores.

De hecho se había señalado a un vertido del tanque de tormentas de San Pedro, pero Luengo lo negó tras una inspección al lugar.

«Los científicos nos han explicado que esta capa de agua se ha mantenido en las zonas bajas durante un mes; el viento la ha desplazado hacia el norte y ha ocupado una superficie de 210 hectáreas en Villananitos», indicó.

Esta capa dejó prácticamente sin oxígeno toda esa extensión de mar: en la tarde del sábado apenas había 0,34 miligramos por litro; y el domingo ya había subido a 3 mg./l.

El viento sigue soplando en la zona y puede provocar que el episodio de mortandad se repita en la zona sur. «La capa anóxica puede desplazarse hacia Santiago de la Ribera», indicó Luengo.

También puede, dijo, evolucionar de forma positiva, diluirse y desaparecer.

Si lo primero ocurriera, la Consejería ya ha puesto en marcha medidas que puedan evitar otra muerte masiva. «Lo primero que hemos hecho es activar los protocolos para tener organizado todo y en el caso de que se produzca trasladaremos a las especies que puedan verse afectadas a otros lugares donde haya oxígeno», dijo Luengo. Se actuará también retirando, «a la mayor brevedad», los peces muertos.

Paralelamente, se estará monitorizando esa zona para detectar la bajada del nivel de oxígeno que obligue a intervenir.

El consejero anunció que se estaba trabajando en una serie de ensayos en la zona afectada para hacer aportes extra de oxígeno, si bien dejó claro que «no tenemos una varita mágica ni conocemos ninguna actuación que de manera inminente pueda oxigenar el Mar Menor en su totalidad».

«Es una situación crítica sin solución inmediata», insistió, aunque dejó claro que se iba a incrementar la regulación de las actividades en torno a la laguna, y seguiría exigiendo «el cumplimiento estricto de toda la ley».

Menos agua del acuífero

En opinión de los científicos, dijo Luengo, es fundamental reducir los aportes a la laguna procedente del acuífero Cuaternario, un agua con una salinidad muy baja y con una concentración de nutrientes muy alta, lo que provoca «efectos negativos en el ecosistema».

Y es aquí donde entra en juego el Ministerio para la Transición Ecológica: «Para disminuir esos aportes es necesario poner en marcha el Plan de Vertido Cero del Ministerio; todo está ahí definido».

«Ya no es una broma, es una realidad y necesitamos que se ponga en marcha el plan de forma urgente; exigimos a la ministra que acorte los plazos de tramitación ambiental porque no hay que hacer ninguna obra», subrayó el consejero.

Y recordó que la reconversión de la agricultura en el Campo de Cartagena también se recoge en este proyecto. Eso sí, dejó claro que ya se han tomado medidas «para compatibilizar la agricultura sostenible con el mantenimiento del Mar Menor».

Por otra parte, el profesor titular de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), perteneciente al departamento de Ingeniería Química y Ambiental, del grupo de Ecosistemas,y uno de los integrantes del Comité Científico del Mar Menor, Javier Gilabert, afirmó ayer a la Cadena Ser que «el fondo del Mar Menor está muerto». Y explicó que «la parte profunda del Mar Menor está muerta, y esto se puede afirmar sin temor a equivocarse».

Hasta los más resistentes

Más de medio centenar de efectivos están trabajando desde el sábado en la retirada de peces muertos, y hasta mediodía de ayer, ya se habían recogido tres mil kilos, según los datos de la Consejería.

Según la lista facilitada por Anse, especies como quisquillas, anguilas, lenguados, doradas, lubinas, magres, peces mula, cangrejos de laguna, blénidos, lubinas, mújoles «y hasta los muy resistentes e invasores cangrejos azules» forman parte de la fauna que ha llegado moribunda a la costa en San Pedro del Pinatar.