La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye el amianto entre las diez sustancias químicas que constituyen una preocupación para la salud pública en el mundo. Según el organismo internacional, en el planeta hay 125 millones de personas expuestas a esta sustancia en su lugar de trabajo. Todos los tipos de amianto pueden causar cáncer de pulmón, de laringe y ovario, mesotelioma y asbestosis, es decir, fibrosis de los pulmones. En diciembre de 2001 España se adelantaba al plazo máximo previsto por la UE y prohibía la comercialización y el uso del amianto blanco, el único tipo que todavía seguía siendo utilizado.

Las variedades más perjudiciales para la salud, el amianto azul y el marrón, fueron prohibidas en el país en 1984 y 1993, respectivamente. En la Región de Murcia hay más de 130 centros educativos con amianto, de los que 34 están en Cartagena. La Plataforma Amianto Cero, de la que forman parte diversos colectivos y organizaciones, lucha diariamente por la retirada del asbesto a través de diferentes actividades. La última fue una charla en la que participó Pablo Cerezuela, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Cartagena y oncólogo que ha tratado varios casos de enfermedades provocadas por este material tóxico.

Mucho se ha hablado del amianto, pero no todo el mundo conoce sus efectos en la salud de la población.

El amianto es un elemento muy nocivo que mientras no se conocían sus consecuencias se ha utilizado en muchos lugares. Desde 2001 está prohibido su uso, de manera que todas las construcciones anteriores a esa fecha tienen amianto. Hablamos de una sustancia que ha estado y está en todos lados. Mientras está íntegro no es peligroso, pero esto cambia cuando se rompe por el sol, las lluvias, el granizo....En la Comunidad Autónoma la mayor parte de las infraestructuras educativas han sobrepasado, además, su tiempo de vida útil.

Usted defiende la urgencia de retirarlo en primer lugar de los centros educativos.

Sí. Los escolares son una población especialmente susceptible. Son más sensibles porque su organismo está en desarrollo y porque tocan, juegan...Hay que tener en cuenta que desde la exposición a este material hasta la aparición de cualquier patología asociada pueden pasar 30 o 40 años, es decir, desde la inhalación de las fibras tóxicas es posible que transcurran varias décadas hasta que la enfermedad da la cara. Tenemos que proteger a los niños, no pedimos nada revolucionario mas que hacer un listado de los colegios e institutos que tengan asbesto, ver en qué condiciones se encuentran, elaborar un plan y dotarlo con el presupuesto suficiente para cumplir con lo que dice la ley. Eso es lo único que pedimos, no creemos que sea difícil.

¿Qué datos manejan los expertos sobre afectados por amianto en la Región?

Las cifras que aparecen en el registro de tumores de los boletines epidemiológicos son algo lejanas en el tiempo. En la Comunidad Autónoma se registraron nueve casos en hombres y tres en mujeres en 2011, y un año después, diez en hombres y cuatro en mujeres. Se trata de porcentajes muy elevados si tenemos en cuenta que se trata de un tipo de tumor muy poco frecuente. Los informes ponen de manifiesto que entre 1983 y 2007 se contabilizaron 134 casos, de los que 63 -el 47 por ciento- tuvieron lugar en Cartagena.

Por tanto, en esta ciudad el nivel de exposición es mayor...

Sí. Los datos en este sentido son muy claros: la población con mayor índice de enfermos por mesotelioma (una enfermedad por la que se forman células malignas, que son las cancerosas, en el revestimiento del tórax o el abdomen) es la de Cartagena, pero tiene su lógica porque los sectores desarrollados tienen mucha relación con el asbesto. Hablamos de la minería y la industria naviera, por ejemplo.

¿Qué les pide usted, como facultativo, a las administraciones públicas acerca de esta cuestión?

Les pido que tengan responsabilidad y destinen presupuesto a la retirada del amianto. Es una cuestión lógica, muy fácil de entender: hay un material que se debe eliminar y donde primero tiene que actuarse es en los centros educativos. De verdad, es muy sencillo, solo falta voluntad política. Y que la sociedad despierte ante la importancia de los temas medioambientales para la salud pública. Estaba previsto que la Comunidad Autónoma retirara el amianto del centro José María Lapuerta este año, y al final ha quedado en una promesa. Andalucía y Valencia ya tienen planes para ir quitándolo hasta 2022. Aquí en el único sitio que se ha hecho este año ha sido en Yecla.

¿Cómo valora el estado de la ciudad en cuestiones relacionadas con el medio ambiente?

Mal. La comarca de Cartagena está absolutamente maltratada, es el muladar medioambiental de la Comunidad Autónoma, y ya está bien. Casos como el del Mar Menor, tan de actualidad por desgracia ahora, el del Llano del Beal, el Hondón o Portmán, que es el mayor desastre ecológico de Europa son graves muestras. Ha llegado la hora de decir 'basta ya' y de ponerse de una vez por todas a trabajar.

¿Existe algún tratamiento que garantice la cura ante patologías relacionados con la exposición al amianto?

Es muy limitado, más allá de poner oxígeno y poco más. En el caso del mesotelioma avanzado se aplica la quimioterapia, pero los resultados no suelen ser muy buenos porque en estos casos es muy poco efectiva.