El vicepresidente de la Casa de Murcia en Barcelona, José Gómez, explicaba este viernes por la mañana que esta asociación había decidido suspender las actividades que tenía previstas para la tarde, debido a la situación que se vive en Cataluña tras la sentencia del 'procés'.

En concreto, había previsto hacer el ensayo de una coral y unas charlas literarias. Gómez admite que están viviendo estos días de movilizaciones y destrozos «con mucho desespero y mucha atención», y recibiendo las llamadas constantes de familiares y allegados que residen en la Región.

Gómez señala que la Casa de Murcia, en la que hay unas 500 personas, entre socios y simpatizantes, se encuentra «muy cerca» tanto de la Consellería de Interior como del Paseo de Gracia, donde estas noches se han producido actos vandálicos, como quema de coches y contenedores. A las personas que protestan por los años de cárcel (13 para Oriol Junqueras) que establece la resolución judicial se unen grupos de fascistas que estos días han aprovechado la coyuntura para desplazarse a Cataluña y protagonizado también agresiones violentas.

Así las cosas, Gómez afirma que los murcianos residentes en Barcelona se encuentran «expectantes» y deseando que vuelva «la normalidad».

Aunque deja claro que «todo el mundo tiene derecho a manifestarse», no le gusta la «situación tensa y dudosa» que existe ahora mismo. En este sentido, Gómez comenta que ellos, con sus amigos independentistas, pueden mantener «una discusión» que jamás ha derivado en violencia. «No nos ponemos de acuerdo, evidentemente», pero tampoco acaban a golpes, detalla. También apostilla que «seguro que hay» algún murciano independentista, aunque «la mayoría, evidentemente no».

Cuando camina por la vía pública, de día, José Gómez no ve violencia. «Hay más problemas mirando la televisión que moviéndose por la calle», asegura, al tiempo que destaca la «normalidad, con gente en las terrazas tomando café»; y, en las zonas donde se produjeron destrozos por la noche, «las brigadas de limpieza».

Sobre los violentos, insiste en que «no sabemos qué mueve a esa gente» para organizar toda «una batalla campal» al término de manifestaciones que son pacíficas. Cree que es posible que se trate de «infiltrados», como dijo el president Torra, y que precisamente porten símbolos independentistas por eso: para que se crea que son catalanes.

Murciano en el Ajuntament

Murciano en el AjuntamentSe fue a hace un máster a Cataluña y allí se quedó. Hermán Pinedo, nacido en Cartagena, es graduado en Historia y estudiante de Análisis Político, militante de En Comú Podem y, en la actualidad, concejal de Patrimonio, Juventud y Cooperación del Ayuntamiento de Tarragona.

Pinedo escribía en sus redes sociales su postura tras conocer la sentencia del 'procés'. «Nací en Cartagena (Murcia) y soy regidor del Ajuntament de Tarragona por En Comú Podem. Me siento catalán y, por supuesto, español, pero hoy mi país, España, me ha hecho sentir vergüenza. Por un país donde nadie sea encarcelado por sus ideas», apuntaba.

Sobre los disturbios en las calles, el murciano afirma sentir «mucha tristeza de volver a ver una noche más escenas de violencia en Tarragona», al tiempo que sostiene que «la respuesta a los conflictos políticos es el diálogo y la democracia, no el fuego y las porras».