El sistema de donación y trasplante de órganos impulsado y supervisado en España por la ONT (Organización Nacional de Trasplantes) avanza a pasos agigantados, con innovaciones y nuevos récord prácticamente todos los años. Sin embargo, la donación infantil sigue siendo el 'talón de Aquiles', quedando al margen de esta carrera por la excelencia en salud.

Para ir cubriendo esta laguna y mejorar la donación y trasplante entre los más pequeños, un equipo del Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena, liderado por el pediatra neonatólogo José Ramón Fernández, ha elaborado el primer protocolo para la donación de órganos neonatal, una guía que hasta ahora no existía y que será presentada hoy jueves dentro del XXXIV Congreso Nacional de Coordinadores de Trasplantes que se celebra en Murcia y que servirá para que muchos compañeros de otros hospitales sepan cómo afrontar situaciones como la que se le presentó al equipo de la Unidad de Neonatología del Santa Lucía hace sólo unos meses.

El doctor Fernández explica a LA OPINIÓN que «hasta ahora nunca nos habíamos planteado la opción de la donación de órganos en neonatos» y que la elaboración de este primer protocolo «ha surgido por la propia demanda de los padres».

Precisamente, el pasado mes de febrero tuvieron el caso de una niña de 16 días que ingresó en Neonatología por una meningitis que no evolucionó bien y fiebres muy altas. Finalmente, los padres decidieron que se le retirara el soporte vital que la mantenía porque las lesiones que había sufrido eran demasiado graves y no se iba a recuperar, «ante lo que ellos mismos nos pidieron si podían donar los órganos de la pequeña». En ese momento, este pediatra afirma que se quedaron bloqueados, «era una situación nueva que nunca se nos había presentado y ante la que no sabíamos muy bien cómo actuar».

En este caso preguntaron el coordinador de trasplantes de su hospital y les dijo que lo podrían hacer a través de la ONT, pero no existía un protocolo para actuar y no pudieron llegar a tiempo para aprovechar los órganos de la pequeña paciente para otros neonatos.

«Esta situación hizo que se nos quedara la espina de no haber podido actuar como nos hubiera gustado y no queríamos que nos volviera a pasar», reconoce José Ramón Fernández. Así que se se puso a investigar y vio que la ONT no contaba con una guía clínica para estas situaciones y únicamente localizó a un neonatólogo de EEUU que había vivido una situación similar y que también había intentado dar algunos pasos sobre este terreno.

Ahí comenzó el trabajo del doctor Fernández junto al residente José Miguel Pina (que presentará hoy el póster en el Congreso), apoyados por el resto del equipo, una labor que ha culminado con la elaboración del primer protocolo de donación de órganos que próximamente publicarán en una conocida revista científica.

Este neonatólogo del Hospital Santa Lucía señala que la donación en niños es mucho menor que en adultos porque la mortalidad infantil es muy baja y hay muy pocos candidatos a donante porque los cuidados intensivos son cada vez mejores. «Pero esto no quita para que estemos preparados para saber actuar cuando se nos presenta un posible donante», insiste.

En este caso, el protocolo recoge que en un primer momento hay que identificar a la familia del posible donante y comunicárselo al coordinador de trasplantes del propio hospital para que sea él quien trate con los padres, ya que son quienes están formados para actuar en estas situaciones. Una vez decidido que se quieren donar los órganos hay que contactar con la ONT para que comprueben si hay un posible receptor y saber las pruebas que hay que hacer al niño y los tiempos con los que se cuenta.

Sociedad de Pediatría

Sociedad de PediatríaEl doctor Fernández también reconoce que la ONT está trabajando con la Sociedad Española de Pediatría y con la Sociedad de Neonatología para avanzar en esta materia e ir creando guías con las que los profesionales puedan trabajar. Además, considera necesario incluir la opción de la donación en el trato con las familias cuando los niños están en una situación terminal porque «además el hecho de donar y poder ayudar con ese gesto a otras familias puede ayudarles a afrontar ese momento tan duro como es el duelo por un hijo».