Si hay una imagen que le rompe el corazón a quien la contempla es ver a un caballito de mar muerto o moribundo en las aguas de la laguna salada o devuelto a las playas por la marea. Pese a la aparición de ejemplares sin vida tras el paso de la gota fría por el Mar Menor, los expertos consultados apuntan que no se puede decir que esté en peligro de extinguirse, aunque sí ha descendido su población (cantidad por concretar).

Desde la Asociación Hippocampus, su presidenta, Cristina Mena, ha comentado que la explicación más lógica a la muerte de los ejemplares (a falta de un informe que diga lo contrario) puede ser que al haberse recogido la pesca de la charamita (el arte con la que se capturan los langostinos, que es muy poco selectiva) «todos los peces o caballitos que se quedan atrapados no logran sobrevivir» por las condiciones actuales de la laguna salada cuando los pescadores los devuelven al mar.

«Pero todavía quedan caballitos, porque científicos de la Universidad de Murcia bucearon hace dos días en puntos de La Manga y los vieron, junto a signatidos (pez pipa), nacras, y otras especies», añade. Los pescadores también les han comunicado, apunta, que en las redes han aparecido caballitos vivos «en un número elevado».