No cabe duda que las últimas aguas de arrastre o riadas producidas en los municipios cercanos al Mar Menor como consecuencia de las fuertes lluvias que asolaron la Región durante la semana pasada han dejado a la laguna salada prácticamente 'en la UCI'.

La situación es muy seria y desde el Comité Científico del Mar Menor apuntan que es de vital importancia «regular la entrada de este agua dulce a la laguna» para preservar distintos ejemplares de fauna y flora que habitan en la laguna. «Se te cae el alma a los pies cuando ves cómo está el Mar Menor y sus playas. Hay una gran cantidad de escombros y restos de riego, entre otros, acumulados en la orilla, como en la zona de Los Urrutias, en Cartagena», tal y como afirmaba ayer a esta Redacción Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, portavoz del Comité Científico del Mar Menor y presidente de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia.

Pérez Ruzafa espera que las administraciones «se pongan las pilas» para tratar de resolver la 'grave crisis' por la que atraviesa el Mar Menor: «Lo que ha ocurrido estos días en las playas por las lluvias torrenciales y los distintos materiales que han entrado al Mar Menor no ayudan a su recuperación». Entre las principales consecuencias que provoca la entrada del agua de las riadas está, según el portavoz, el aumento de las fases de sedimentación de la zona, «por lo que el Mar Menor puede llegar a perder profundidad».

Desde el Comité Científico del Mar Menor esperan que los días de turbidez que presenta la laguna, con motivo de la cantidad de tierra que incluía el agua caída, duren hasta cinco días, porque «son los que puede durar un temporal de Levante tan fuerte como el que hemos sufrido, pero la laguna sí se puede adaptar para llevarlo a cabo y superarlo», según Pérez Ruzafa.

Una de las cosas que más preocupa es que «con un nivel freático tan cargado como el que hay», las entradas de agua dulce permanezcan durante meses, tal y como pasó en el año 2016. Hace tres años las descargas se realizaron de forma sostenida, por lo que se produjo una bajada de salinidad que se mantuvo en el tiempo: «Esto sí que puede perjudicar a aquellas especies que tengan más dificultades para adaptase, por lo que si no se toman las medidas para evitarlo podrían provocar la muerte de algunos ejemplares».

Está previsto que el Comité Científico del Mar Menor se reúna hoy a las nueve de la mañana en la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente que dirige Antonio Luengo para realizar las primeras valoraciones del estado real que presenta el Mar Menor. Además, los últimos vertidos que han ido a parar a la laguna tampoco ayudan a su recuperación: «Todo suma y hasta lo menos grave puede llegar a tener consecuencias importantes».

Pérez Ruzafa lamenta que si se hubiera hecho determinadas prácticas que eran necesarias en la cuenca de drenaje se hubiese podido reducir la entrada de materiales orgánicos al Mar Menor, como los distintos abonos o tierras por escorrentía; además de la importancia que tienen que los setos hubieran estado «todos puestos y bien hechos».

Por último, el catedrático en Ecología sostiene que es necesario que las administraciones competentes elaboren un buen plan de gestión de la cuenca de drenaje, así como dotar de una buena infraestructura de gestión del agua: «Son cosas que son urgentes y tenemos que dejar de decirlas para empezar a hacerlas si queremos salvar el Mar Menor», aunque señala que hay muchos sectores implicados, por lo que se deben tomar decisiones y valoraciones para hacerlo todo compatible.