Hacía casi cuatro décadas que los efectivos de Protección Civil no tenían que salir a recorrer las pedanías de la Huerta para evacuar a los vecinos que residen en las viviendas más cercanas al río. Cientos de personas tuvieron que ser rescatados anoche en las pedanías murcianas de El Raal, Zeneta, Santa Cruz y Alquerías y en los municipios de Beniel y Santomera. La Confederación Hidrográfica del Segura esperaba que la crecida del Segura provocada por las intensas lluvias recogidas a lo largo del día llegara a la capital después de medianoche y empezaría a provocar desbordamientos aguas abajo de la desembocadura del Reguerón a partir de la madrugada.

En la ciudad de Murcia no se esperaba que la subida del nivel del río pudiera causar daños, pero aguas abajo se temía que los desbordamientos pudieran llegar a las viviendas, sobre todo si la crecida iba acompañada de nuevas precipitaciones que hicieran aumentar el volumen de los caudales que bajaban. La CHS había alertado ayer por la tarde del riesgo de desbordamiento que existía a partir de la medianoche en los municipios de Murcia y Beniel, Santomera y en las poblaciones alicantinas de Rojales y Orihuela, una ciudad que ya se había visto castigada por las inundaciones durante el día.

A los cientos de personas rescatadas anoche en la Huerta, se suman decenas de vecinos procedentes de Cieza, Blanca, Archena Molina de Segura, Alguazas y Lorquí, que tuvieron que abandonar sus casas a lo largo del día. De ellos, 36 proceden de Cieza y 40 de Molina de Segura, además de cuatro de Lorquí y un centenar de Blanca.

En total se calculaba que Cruz Roja se encargó de buscar alojamiento a unas 300 personas. En Cieza fueron desalojados vecinos del Cabezo de la Fuensantilla y Los Casones, que quedaron alojados en el albergue situado junto al Molino de Teodoro.

Para alojar a los residentes de la Huerta de Murcia se habilitó un pabellón de deportes en la pedanía murciana de El Esparragal.