Los trabajos de reflotamiento del cazaminas Turia, que encalló hace justo siete días en La Manga mientras ayudaba en las labores de rescate de la aeronave del Ejército del Aire siniestrada el día anterior, siguen su curso.

La empresa Ardentia Marine, contratada para colaborar en las tareas de recuperación, ya ha colocado todos los globos exteriores en proa y popa. También se ha llevado a cabo la colocación de globos en los interiores y la prueba de estanqueidad, y durante el fin de semana se terminaron de extraer las 30 toneladas de combustible que portaba el cazaminas con la ayuda de varias gabarras.

La idea de la Armada es intentar iniciar el reflotamiento y remolque del buque a lo largo de la mañana de este miércoles.

La ministra Margarita Robles aseguró que las fuerzas estatales que trabajan para desencallar el barco «están poniendo todo de su parte» para que el proceso sea lo más efectivo.

En cualquier caso, para Robles, «lo más importante son las vidas humanas», en este caso «las de los 120.000 hombres y mujeres de nuestras fuerzas aéreas».

El cazaminas encalló en un lecho rocoso de varios kilómetros a menos de 400 metros de la orilla de la playa, en el kilómetro 4 de La Manga del Mar Menor.

La firma hispano-holandesa Ardentia Marine, con sede en Mugardos, La Coruña, y dos oficinas, una en Fene y otra en Cartagena, está ayudando en las labores de rescate del barco, que quedó varado tras abrirse en su casco una vía de 10 metros.