"El Mar Menor está viviendo de las rentas", tiene claro el científico Ángel Pérez Ruzafa, quien este jueves comparecía en rueda de prensa, junto con el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, para hablar del estado en el que está la laguna salada.

Metales pesados de la Sierra Minera de Cartagena y residuos fecales procedentes de los hogares del municipio de Torre Pacheco acabaron en el Mar Menor Metales pesados de la Sierra Minera de Cartagena y residuos fecales procedentes de los hogares del municipio de Torre Pachecoacabaron en el Mar Menor tras el epidosio de lluvias que tuvo lugar en la Región el martes, aseguran asociaciones ecologistas y vecinales.

Agentes medioambientales y científicos se movilizaban tanto a la Rambla del Albujón como a la Rambla de Mendoza, para coger muestras que ahora han de analizarse en el laboratorio. La Fiscalía de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) tienen conocimiento del asunto.

El estado de la laguna, dejaban este jueves claro desde la Consejería, no es consecuencia solamente de lo que pasó tras las lluvias de días atrás: es lo que viene pasando desde hace tiempo.

En su comparecencia ante los medios, el consejero Luengo dijo que "el Gobierno regional lideró la recuperación del Mar Menor», dado que ésta «es un compromiso firme del presidente Fernando López Miras". «Desde el minuto uno hemos demostrado implicación, pero necesitamos ayuda», manifestó al respecto. En este sentido, el consejero señaló que urge el fin del "flujo de agua continuo que vemos fluir por la Rambla del Albujón, y que acaba en el Mar Menor".

El responsable autonómico de Medio Ambiente insistió en que hay científicos analizando constantemente el estado de la laguna. Miran la turbidez, la temperatura, la salinidad y el oxígeno.

La transparencia del Mar Menor es actualmente de 2,55 metros y la salinidad de 45,46 gramos de sal por litro debido a la entrada de agua a través de la rambla del Albujón, según los últimos datos dados a conocer por el Grupo de Ecología lagunar del Comité de Asesoramiento Científico.

La turbidez de la laguna es de 3,58 FTU (Unidad de Turbidez de la Formazina); la clorofila alcanza los 3,46 microgramos por litro; la temperatura alcanza los 28,95 grados y el oxígeno es de 5,26 microgramos por litro, según los datos que maneja la Consejería.

"El Mar Menor fue capaz de soportar los tres episodios de aguas de lluvias intensas que sufrimos, en septiembre, noviembre y abril", apuntó Luengo. Aseveró, con las cifras en la mano, que "desde febrero hasta abril, el dato de salinidad era superior al del año pasado; de abril a esta fecha, el dato es inferior, y eso es negativo".

"El Mar Menor es muy vulnerable y es prioritario que el Gobierno ponga en marcha el bombeo existente en la Rambla del Albujón", subrayó al respecto el responsable autonómico de Medio Ambiente, que el 5 de septiembre tiene previsto reunirse con la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera. A quien va a pedirle que acelere el proyecto de eliminación de vertidos al Mar Menor.

"Cualquiera que vaya hoy a la Rambla del Albujón verá un flujo de agua, que viene del subsuelo, que puede poner en peligro el ecosistema", reconoció, a lo que añadió que "lo que más nos preocupa es que las instalaciones que están ya más de una década las ponga el Ministerio en marcha".

Luengo afirmó que "lo que más nos preocupa es que desde el Ministerio no hayan contado con la colaboración de todos los expertos que están trabajando con el Gobierno autonómico en el problema del Mar Menor" para elaborar el proyecto de 'vertido cero'.

Por su parte, Pérez Ruzafa, también profesor de Ecología de la Universidad de Murcia, indicó que "la situación ha sido ligeramente peor que la del año pasado". "El Mar Menor, si se cortan los vertidos, tiene capacidad de recuperación de su estado ecológico: en cuanto vuelven los vertidos", regresa el problema, explicó.

"El Mar Menor este año ha vivido de las rentas de la recuperación del año pasado", recalcó, al tiempo que dijo tener "muchas esperanzas en la reunión del consejero y la ministra de la semana que viene".

Sobre los metales pesados, admitió que "siguen en la rambla" y, por tanto, en el Mar Menor. "Forma parte de la naturaleza de la propia Sierra Minera; pero los metales pesados no han sido en 2.000 años un problema de salud", resaltó el catedrático. "No es peligroso si gestionamos bien", consideró.

El Mar Menor retiene esos metales pesados porque no duran en la columna de agua, ya que rápidamente precipitan al sedimento y en él son retenidos por la materia orgánica y por las arcillas (por los procesos biogeoquímicos del sedimento) y no están biodisponibles para que pasen a la red trófica. "Si tuviéramos que encargar esa descontaminación a una empresa no habría dinero para pagarle", manifestó el científico.