El cinturón sigue bien apretado. Los ayuntamientos de la Región han podido aflojar un agujero de la correa que les oprime desde hace años, pero las arcas municipales todavía están muy condicionadas por el dinero que se debe a las entidades bancarias, una deuda viva que, según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda, a cierre del ejercicio de 31 de diciembre de 2018, es la más baja de los últimos siete años.

Si a finales de 2017 ya se redujo a 878,7 millones de euros respecto a los 923,8 millones al cierre de 2016, esta cifra global alcanzada por los 45 municipios ha bajado aún más en 2018 hasta situarse en 843,7 millones a finales del año pasado.

Teniendo en cuenta que al cierre de 2013 se registró el máximo histórico de «números rojos», con un importe acumulado de 992.240 millones de euros para toda la Región, lo cierto es que cinco años después, las corporaciones murcianas han conseguido sanear su deuda un 15%, por lo que poco a poco empiezan a ver algo más despejado el horizonte.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, aprobada en 2012 con los consiguientes planes de ajustes impuestos por el ministro Cristóbal Montoro, obligó a reducir el déficit público de forma drástica. Desde aquel momento, los ayuntamientos tenían, y todavía tienen, la obligación de dedicar el remanente de tesorería que consiguen cada año a pagar deuda bancaria, una imposición gubernamental, con Mariano Rajoy al frente del Gobierno -que no ha cambiado con la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia-, que ha mantenido atada de pies y manos la gran mayoría de las arcas municipales.

Descenso no uniforme

En todo caso, el descenso generalizado de la cantidad que los ayuntamientos deben a los bancos por los préstamos concedidos no mantiene una línea uniforme en todas las poblaciones. Hay corporaciones locales que le pegan un 'bocado' tremendo a su deuda en un año, como es el caso, por ejemplo, de Jumilla, donde los más de 4 millones de deuda a finales de 2017 se han quedado en 57.000 euros; otras que apenas han reducido el déficit, como Águilas; bajando 191.000 euros la deuda de 2,26 millones que tenía a finales de 2017; Albudeite, con 35.000 euros menos respecto a hace dos años; Archena, que ha restado 245.000 euros a los 17,7 millones de euros que debía a finales de 2017; Ceutí, con una bajada de 286.000 euros en un año; y otros más como Ojós, Moratalla o Ricote.

Hay otros municipios que, lejos de sanear sus cuentas, han aumentado su deuda en el último año. Este es el caso de siete localidades, de tamaño diverso, donde Hacienda les recuerda que deben más que antes. Aledo, Fuente Álamo, Librilla, Molina de Segura, Murcia, Totana y Villanueva del Río Segura deben más al acabar 2018 que al final del año 2017.

Por contra, son solo cuatro los municipios (representan apenas un 9% del total de los 45 que tiene la Región) los que pueden presumir de tener en sus cuentas 'deuda cero' con los bancos. Curiosamente estas mismas cuatro localidades también tenían saneadas sus cuentas a finales del 2017, por lo que han conseguido mantenerlas sin débito hasta finales de 2018. Estos son Alhama, Fortuna, Las Torres de Cotillas y Ulea.

Así, un año después solo se mantienen a cero los mismos cuatro ayuntamientos. Muchos municipios optan por devolver préstamos de forma lenta, aunque eso conlleve un aumento de intereses, para poder realizar inversiones en sus poblaciones, sobre todo teniendo en cuenta que 2018 fue un año preelectoral.

Felipe García, concejal de Hacienda en Alhama, destaca que con la entrada del gobierno socialista en junio de 2015 en la localidad la deuda de un millón de euros se amortizó rápidamente: «A partir de ahí hemos podido seguir manteniéndola día a día con el pago de las facturas a proveedores y a acreedores. No acudimos a las entidades de crédito ni para gastos ni para inversiones».

Los alcaldes reclaman desde hace años que el Ministerio de Hacienda abra la mano para poder gastar el superávit que generan no sólo en inversiones sostenibles, sino también para contar con liquidez y poder atender al gasto corriente y mejorar los servicios públicos básicos, como la limpieza o la seguridad.

Grandes ciudades

Sin duda alguna, la mayor deuda por municipios corresponde a la capital, a Murcia, además de ser el 'top' de deuda de todas las localidades la Región, con casi 330 millones de euros. A este respecto, el concejal de Hacienda del consistorio murciano, Eduardo Martínez-Oliva, quiso aclarar a esta Redacción que, mirando «los datos en frío», la cantidad de débito es desorbitada, aunque recalcó que hasta 173 millones corresponden a la imputación de la deuda del tranvía, 'caballo de batalla' del Ayuntamiento de Murcia en los últimos años.

El concejal aseguró que todavía esperan que el Tribunal Supremo dicte sentencia respecto a si debe el consistorio pagar los gastos de construcción y explotación del tranvía, y explicó que la gestión de las cuentas es «ejemplar», ya que están muy por debajo del 75% del endeudamiento que el Ministerio de Hacienda pone como 'barrera' para elaborar un Plan Económico Financiero. Según Martínez-Oliva, el endeudamiento actual del Ayuntamiento, sin contar la deuda del tranvía, está sobre los 130 millones de euros.

Cartagena, por su parte, ha reducido su deuda en unos 11,6 millones de euros en un año, ya que a finales de 2017 contaba con un débito de poco más de 70 millones de euros y la consiguió reducir a finales de 2018 hasta dejarla en casi 59 millones.

En la misma linea que la ciudad portuaria está la Ciudad del Sol, Lorca, que ha pasado de una deuda de más de 42 millones de euros al cierre de 2017 a los 36 millones de euros a finales del pasado año, saneando las cuentas en casi seis millones de euros en doce meses.

Molina de Segura ha sumado a su deuda con Hacienda 200.000 euros más, cerrando el pasado año con 13,8 millones de euros. A pesar de esta cifra, no hay motivos para la alarma, ya que si se tiene en cuenta que se trata del cuarto municipio más grande de la Región, la deuda no es tan elevada como la de otras localidades más pequeñas que tienen casi la misma, como Fuente Álamo (14,5 millones), Moratalla (12,6 millones) o San Javier (13,2 millones), entre otras

Alcantarilla acabó el 2018 notablemente en cuanto a deuda se refiere, ya que el débito se redujo unos 6 millones de euros. El municipio limítrofe con la capital contaba a finales de 2017 con una deuda que rozaba los 40 millones de euros; y a finales de 2018 las cuentas marcaban poco más de 33 millones.