El Ministerio para la Transición Ecológica ha detectado en la cuenca del Segura 22 acuíferos de aguas subterráneas y una decena de masas de agua superficiales contaminadas por nitratos procedentes de la agricultura, según se recoge en el borrador de la orden que ha sacado a exposición pública el departamento de Teresa Ribera. El inventario realizado por el Ministerio está basado en los datos de las emisiones contaminantes detectadas en medio centenar de estaciones de control en los acuíferos subterráneos situados en todo el territorio que abarca la cuenca y en diez puntos de medición de las aguas superficiales. La UE ha advertido ya varias veces a España sobre el problema de la contaminación agraria y el riesgo de sanciones.

La Región está especialmente sensibilizada con los problemas que causan los residuos de los fertilizantes agrarios que acaban depositándose en los acuíferos, dado que los nitratos son considerados en gran parte los causantes de la contaminación que llevó al Mar Menor a una situación crítica, aunque en los últimos años la laguna salada ha experimentado una clara mejoría.

El objetivo de este inventario, según se indica en los documentos que han estado sometidos a exposición pública hasta el pasado viernes, es detectar «las zonas vulnerables» con el fin de «establecer programas de actuación con objeto de prevenir y reducir la contaminación causada por los nitratos de origen agrario. Estas zonas vulnerables deberán examinarse y, si procede, modificarse o ampliarse en un plazo adecuado y como mínimo cada cuatro años, a fin de tener en cuenta cambios y factores no previstos en el momento de la designación anterior». Las primeras mediciones se realizaron en 2009 y fueron revisadas en 2011 tras una directiva de la Unión Europea.

La orden incluye todas las zonas contaminadas por nitratos en las cuencas hidrográficas intercomunitarias, aquellas que abarcan varias comunidades autónomas y que son competencia de la Administración del Estado, entre las cuales aparece el Segura, además del Cantábrico, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Júcar y Ebro.

Gran parte de las emisiones detectadas en el terrritorio de la cuenca del Segura -que abarca también parte de las provincias de Albacete, Almería y Alicante- se encuentran en la Región y en su mayoría corresponden al Campo de Cartagena, un acuífero que se extiende desde Pilar de la Horadada (Alicante) hasta Fuente Álamo e incluye San Pedro del Pinatar, San Javier, Torre Pacheco y Cartagena.

Para evitar que los residuos de los fertilizantes y los vertidos de las desalabradoras que llegaban a la Rambla del Albujón afectaran al Mar Menor se han establecido en los últimos años medidas muy duras de control y se ha desarrollado un plan de infraestructuras destinado a conseguir el 'vertido cero', que deberán ejecutar la Comunidad Autónoma y el Ministerio.

En la lista aparecen también los acuíferos de la Sierra de Cartagena, Vega Alta del Segura, el Alto y el Bajo Guadalentín, Puentes, Bajo Quípar, Cuaternario de Fortuna, Baños de Fortuna, Cresta del Gallo, Quibas, Bullas, Caravaca, Mazarrón y Aguilas, en territorio regional.

En la provincia de Albacete figuran Cuchillos-Cabras, Corral Rubio, Tobarra-Tedera-Pinilla, Conejeros-Albatana y Sinclinal de La Higuera; en la de Alicante están situados Terciario de Torrevieja o Cabo Roig, mientras que en Almería está Sierra de la Zarza.

Alguno de los acuíferos contaminados por nitratos que incluye la lista se encuentra entre Murcia y Alicante. Es el caso de la masa de agua que corresponde a la Vega Media y Baja del Segura.

De acuerdo con la legislación vigente, se considera que una masa de agua superficial o subterránea está afectada por nitratos cuando «presenten, o puedan llegar a presentar si no se actúa, una concentración de nitratos superior a 50 mg/l», según indica el Ministerio.

El inventario que aparece recogido en el borrador de la orden está basado en los datos medidos en medio centenar de focos de contaminación de aguas subterráneas a los que se suman otra decena de emisiones contaminantes en las aguas superficiales.

También aparecen identificados los puntos en los que existe riesgo de contaminación. Una decena de las estaciones que detectan situaciones de peligro se encuentran en los acuíferos de aguas subterráneas, mientras hay cuatro zonas de peligro identificadas en los caudales en superficie. «Este tipo de contaminación difusa es consecuencia de los excedentes y lixiviados que se generan con las actividades agrarias», precisa el Ministerio.