El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación trabaja con los sectores del vino y del aceite de oliva en el diseño y la puesta a punto de los mecanismos necesarios para lograr una regulación efectiva de la oferta de estos, dos sectores cuya producción anual presenta una gran variabilidad debido, sobre todo, a las condiciones meteorológicas de cada campaña. En concreto y como consecuencia de estas variaciones, los precios que perciben los agricultores están sujetos a una gran volatilidad, lo que hace necesario establecer mecanismos de regulación que permitan ajustar la oferta a la demanda que contribuyan a estabilizar los precios que percibe el productor.

Se necesita por esto un mecanismo de autorregulación que permita, de manera voluntaria, almacenar temporalmente aceite de oliva de una determinada calidad. Con esta medida, y en años como el actual en el que las disponibilidades de aceite son muy superiores a la media de los años anteriores, las cooperativas podrán acordar almacenar una parte del aceite de oliva producido de una calidad determinada, durante el tiempo necesario hasta que las condiciones de equilibrio entre oferta y demanda se restablezcan. Todo ello al amparo de lo establecido en el Reglamento de la Organización Común de los Mercados Agrario.