La política del PP de que los consejeros del Gobierno que son diputados de la Asamblea Regional dejen su escaño al incorporarse al Ejecutivo no tiene por qué aplicarse también en Ciudadanos. La vicepresidenta del Gobierno regional, Isabel Franco, reconocía ayer en su primera comparecencia que no se ha planteado renunciar a su acta de parlamentaria, mientras que la portavoz del Ejecutivo, Ana Martínez Vidal, que también pertenece a la formación naranja, admitía que puede llegar a tener dificultades para compatibilizar su labor en la Consejería con las tareas del Parlamento autonómico. Martínez Vidal apuntó que, en cualquier caso, la decisión correspondería a la dirección nacional de su partido.

La coalición entre PP y Cs que ha permitido la reelección de López Miras al frente de la Comunidad exige un consenso permanente entre los socios del Gobierno, que obliga a renovar muchas de las prácticas aplicadas por anteriores gobiernos a lo largo de los años, como la renuncia al escaño en la Asamblea.

La alianza también está imprimiendo un ritmo más lento al relevo en las consejerías. De momento, la toma de posesión del presidente y de sus consejeros no se ha producido inmediatamente después de la investidura, como en ocasiones anteriores, sino que se ha ido alargando durante la última semana.

Hoy tomarán posesión los nuevos secretarios generales de las consejerías, pero el nombramiento de los demás altos cargos puede demorarse hasta septiembre, según anunció ayer la vicepresidenta del Ejecutivo.

Isabel Franco manifestaba su deseo de «partir del optimismo y la simpatía», pero a partir de ahora cualquier decisión que tome cada una de las partes exigirá mucho tacto para evitar que las posibles discrepancias queden al descubierto.

La alianza abre también la incógnita sobre las posibilidades de mantener el acuerdo a lo largo de los cuatro años de la legislatura, dado que cualquier propuesta que el PP y Ciudadanos lleven a la Asamblea Regional y, especialmente los Presupuestos de la Comunidad Autónoma, deberá contar con el voto de Vox para salir aprobada. Los dos socios suman 22 escaños en el Parlamento autonómico, uno menos de los necesarios para la mayoría absoluta, pero el partido de extrema derecha ha anunciado su intención de actuar como oposición a partir de ahora.