La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un juzgado de lo Penal que condenó a un joven a 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de malos tratos en el ámbito de la violencia sobre la mujer por agredir a su novia cuando esta lo sujetó para que no se marchara y poder continuar la relación sentimental, que él quería dar por acabada.

La sentencia señala que los hechos ocurrieron en octubre de 2018 en el parque en el que ambos habían quedado para devolverse los regalos que se habían intercambiado durante la relación sentimental.

En el transcurso del encuentro surgió una discusión entre ellos, al no aceptar la denunciante la ruptura de la relación, y en el transcurso de la misma él le propinó un golpe en la cara y la tiró al suelo, causándole hematomas y otras lesiones leves.

La sentencia, ahora confirmada por la Audiencia, condenó al denunciado a la pena citada, que incluía una orden de alejamiento de 300 metros de la perjudicada por tiempo de un año y medio.

Al desestimar la apelación, la sala dice que la denunciante no negó haber sujetado al acusado para que no se marchara del lugar, incluso no rechazó que le hubiera arañado al sujetarle de los brazos para que no se fuera, "pero la reacción del acusado golpeándola y tirándola al suelo no estuvo justificada".

Y añade que "antes al contrario, se aprecia una reacción absolutamente desproporcionada, caso de ser una contramedida ante la actuación previa de la denunciante, que excede de lo admisible, para transmutarse en una evidente acción violenta y agresiva por parte del acusado contra la mujer".

Comenta la sentencia que no cabe confundir lo que puede entenderse como una relación afectiva difícil, tortuosa o con alteraciones, marcada por el deseo de la denunciante de mantener la relación de pareja, con una voluntad por parte de esta de falsear la verdad ante unos hechos efectivamente sucedidos.

En su recurso, el denunciado alegó que en ningún momento la golpeó y que se limitó a desembarazarse de ella cuando esta lo sujetaba, propinándole inadvertidamente un codazo que impactó en la cara.

Y añadió que la situación de acoso que sufría había llegado a tales extremos que incluso sus padres trataron de mediar con ella misma y con los padres de esta para que pusiera fin a la situación y aceptar la ruptura de la relación de noviazgo.