Como en cualquier otra práctica de riesgo en el agua es recomendable tener en cuenta algunos factores para evitar accidentes o ahogamientos. La Cruz Roja señala que lo primero que debemos comprobar es la profundidad y la visibilidad del agua a la que vamos a saltar, evitando los puntos donde haya rocas y objetos con los que nos podamos golpear.

Además es importante la posición en la que nos tiramos; con los brazos extendidos delante de ti, protegiendo el cuello y la cabeza. Esto ayudará a reducir el impacto contra el agua y por lo tanto, evitar daños o lesiones en el cuerpo.

En caso de ir con niños, se aconseja aumentar la vigilancia y las medidas de prevención. Por último, en caso de accidente, debes avisar lo antes posible a los servicios de vigilancia, salvamento o sanitarios que estén cerca de la zona y evita cualquier movimiento o desplazamiento brusco del accidentado.