La cárcel de Campos del Río, la más grande de la Región, ha sido, una vez más, escenario de una pelea multitudinaria. El suceso tenía lugar ayer por la tarde. Los protagonistas, varios reclusos. El origen, informan fuentes cercanas, una deuda por drogas.

Los hechos tuvieron lugar en el patio de un módulo conflictivo, en el que hay 120 internos. En un momento dado, arrancó la reyerta, en la que se vieron implicadas entre 70 y 80 personas.

Se da la circunstancia de que, en aquel momento, solamente había dos funcionarios para controlar a tanta gente. En la riña, patadas y puñetazos, aunque algunos reos cogieron escobas y rompieron los palos para darse con ellos. La rápida actuación de los funcionarios impidió que llegase la sangre al río.

La riña se saldaba con seis presos en aislamiento. Un castigo que es temporal.

Fuentes penitenciarias apuntan que la pelea multitudinaria del martes estuvo trayendo cola hasta el punto de que hoy, miércoles, hubo otro conato de riña. De dos grupos enfrentados. En esta ocasión, lo sucedido dejaba a tres reos en aislamiento.

Los palos de escoba a modo de armas fueron requisados. Se da la circunstancia de que hace unos días los funcionarios de la prisión decomisaban pinchos de fabricación casera, que pueden llegar a convertirse en armas letales. Es raro el mes que no se encuentra alguno de estos artilugios, señalan fuentes penitenciarias.

Desde la asociación Tu Abandono Me Puede Matar llevan tiempo reclamando que los trabajadores de prisiones sean reconocidos como agentes de la autoridad, cosa que ahora mismo no pasa. También ponen el acento en la importancia de contar con unas retribuciones dignas.

No solo eso: afirman que los funcionarios de prisiones de la Región cobran menos que, por ejemplo, los de Cataluña, por hacer el mismo trabajo. «Hasta 800 euros menos», destacan.

Asociaciones y plataformas de funcionarios de prisiones llevan años reclamando mejoras en sus condiciones laborales. Han hecho paros y protagonizado diversas protestas. Afirman que son pocos para muchos internos. Y que, cuando pasan cosas como esta, peligra especialmente su integridad.