Óscar Urralburu, líder de Podemos en la Región de Murcia y portavoz en la Asamblea Regional, criticó duramente a los partidos de la derecha (PP y Ciudadanos) por su intención de entregarse en manos de los ultras de Vox, algo que, según dijo en su intervención, no ocurre en ningún otro lugar de Europa. Urralburu, como ya señaló el pasado martes, está convencido de que el acuerdo va a cristalizar tarde o temprano y asegura que tanto PP como Ciudadanos han mostrado «su debilidad» frente a Vox. «Estamos en manos de la ultraderecha. Es Vox el que va a medir los ritmos de la Región. Este vodevil nos da un adelanto de lo que puede ser un gobierno de López Miras con Isabel Franco puesto que estará en todo momento pendiente de lo que vote el partido de Abascal», manifestó el portavoz de Podemos.

Ante el panorama actual, Podemos insiste en que Diego Conesa cuenta con la legitimidad para presentarse a la investidura, pero teme que las tres derechas llegarán a un acuerdo pronto, dadas sus coincidencias programáticas y su negociación en las horas previas a la votación, y les critica por mantener en vilo a los murcianos otras dos semanas. Tal y como reconocieron los propios parlamentarios, los tres comparten el 95% de su programa. Urralburu recordó que Isabel Franco había interpelado de forma directo a Vox durante su discurso, algo que no había sucedido en la sesión del martes. «Por tanto, la pregunta que debe hacerse la Región es qué más les van a conceder en los próximos 15 días», señaló.

Las concesiones de PP y Ciudadanos a Vox son ahora la principal preocupación de Podemos, que no quiere ver de ninguna manera al partido de Juan José Liarte y Pascual Salvador dentro del Gobierno regional. «Hoy hemos visto con claridad que PP y Ciudadanos están rendidos a los pies del caballo de Santiago Abascal», declaró el líder regional de Podemos. Además, Urralburu coincide con Diego Conesa a la hora de afirmar que «el gobierno que anuncian Fernando López Miras e Isabel Franco es un gobierno de incertidumbre», y criticó al candidato a la presidencia de la Comunidad por su secuencia de negociaciones y por ser «un auténtico irresponsable». «Este fracaso no permite albergar ninguna esperanza», concluyó.