Cuando se habla del desembarco de la tecnología 5G en el mundo siempre se hace en base a términos muy grandilocuentes, haciendo referencia a un paso más hacia la hiperconectividad entre seres humanos que promete ser uno de los más importantes, el que lo cambie todo. Sin embargo, la revolución tecnológica más importante de las vividas en los últimos años -como es tildada por el amplio grueso de expertos en telecomunicaciones- tendrá que esperar, al menos en el caso de la Región de Murcia, donde Vodafone, la única compañía de telecomunicaciones que va a ofrecer a corto plazo el servicio de conexión 5G en España, por el momento no ha previsto una fecha de llegada.

Vodafone sí que ha anunciado 15 ciudades- a saber Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza, Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Coruña, Vigo, Gijón, Pamplona, Logroño y Santander- que tendrán disponible pronto, durante este mismo año, la tecnología, aunque con reservas. No se trata del 5G que todos los expertos auguran que transformará el mundo tal y como lo conocemos y que está provocando lo que algunos ya llaman una 'nueva guerra fría' entre Estados Unidos y China, sino una suerte de prueba piloto del mismo. Básicamente porque aprovechará las instalaciones ya existentes y desplegadas para el 4G que disfrutamos actualmente en lugar de esperar a los largos y millonarios trabajos necesarios para el cambio de infraestructura, lo que como consecuencia se traducirá en un 5G 'capado' en cierta medida.

Y es que Vodafone ha prometido un servicio que oscilará en torno a una descarga de 1 Gb por segundo -que espera ampliar a 2Gbps a finales de 2019- y una latencia de 5 milisegundos, un cambio importante con respecto al 4G, pero aún lejos de las mareantes cifras que apuntaban desde Huawei hace unos meses (cuando se llegó a hablar incluso de la friolera de 100Gbs por segundo de velocidad de descarga y entre 1 y 2 milisegundos de latencia) que aspiran a revolucionar Internet. Y es por ello que la compañía será la única en traer la tecnología a España, algo que señala su competencia a la hora de justificar que no vayan a ofrecer este servicio. Algo así como 'o se hace bien o no se hace', frente al 'paso a paso' que promete Vodafone y que habla, acertadamente, de que 'capado' o no, como apuntan algunas voces, el 5G que va a llegar a España va a ser mejor que nuestras conexiones actuales.

Qué es el 5G

Pese a la épica que parece indispensable desplegar a la hora de hablar del 5G, sus siglas hacen referencia a algo bastante prosáico, como es la 'quinta generación' de tecnologías y conexiones inalámbricas. Es la lógica evolución del 4G, el siguiente paso, pero a la vez los expertos señalan que eso implica muchísimo más. A la hora de explicar hasta qué punto esta tecnología va a dejar obsoleta la forma que tenemos de entender Internet, se suele recurrir a ejemplos concretos y sencillos de entender, como por ejemplo los datos que nos prometen una velocidad de descarga entre 10 y 20 veces superior a la que ya tenemos ahora.

No es 'pecata minuta'. Las promesas apuntan a velocidades de descarga de aproximadamente 10Gb por segundo -en excelentes condiciones de conexión- frente a los habituales 40-75 Mgb por segundo actuales, lo que equivaldría a descargar una película en Full HD en cuestión de segundos en cualquier terminal. Aunque el dato más relevante, quizá, sea el de la velocidad de latencia. La latencia es el tiempo que tarda un paquete de datos en transferirse a través de la red, por lo que las nuevas latencias esperadas, que oscilan entre los 1 y 2 milisegundos, nos prometen poco menos que la instantaneidad a la hora de interaccionar con la red de redes. Y aquí es donde entra en juego lo verdaderamente revolucionario.

Porque, claro, descargar películas en 8K o jugar a videojuegos sin sufrir problemas de conexión está muy bien, pero dista mucho de lo que cualquiera podría calificar como una nueva 'revolución industrial' o la 'tecnología que lo cambiará todo', dos términos muy manidos a la hora de hablar del 5G. Si se hace referencia a estos términos tan epopéyicos es porque este nuevo paso de gigante en la industria de las telecomunicaciones permitirá crear un complejo sistema de redes que soporte aquellas tecnologías con las que el ser humano lleva decenas de años soñando. Casas inteligentes, coches voladores hiperconectados entre sí que funcionan de forma automática o robots que realizan operaciones de cirugía manejados de forma remota por un ser humano a miles de kilómetros de distancia de la mesa de operaciones.

Y aquí no hablamos de soñar, porque Antonio de Lacy, jefe del Servicio de Cirugía Gastrointestinal del Hospital Clínico de Barcelona, ofreció una demostración en directo y retransmitida por streaming este mismo año desde el Mobile World Congress apoyándose en la tecnología ya disponible. En la misma se realizó una intervención en la que un equipo de médicos que se encontraba en el citado hospital era guiado por Lacy desde el recinto ferial. Y es que gracias a la citada latencia, era prácticamente como si el jefe de cirugía estuviese allí con ellos.

La inmediatez que promete ofrecer la tecnología 5G es, en resumen, lo que auguran que va a poner patas arriba nuestra forma de entender el mundo y la vida. Aunque en la Región aún tendremos que esperar un poco para comprobar hasta qué punto es cierto.