El discurso de Joaquín Segado, el portavoz popular en la Asamblea, fue casi monográfico, e iba dirigido hacia un solo objetivo: el líder del PSOE regional, Diego Conesa. A expensas de una hipotética abstención de Vox en segunda votación tras la negativa de la formación ultraderechista a apoyar a López Miras, el PP busca atraer esos cuatro votos agitando el miedo al 'sanchismo'.

Segado intervino el último, y, tras escuchar a los otros cuatro líderes, se mostró convencido de que la investidura puede salir adelante. "Son más las cosas que nos unen que las que nos separan", dijo. Efectivamente, Isabel Franco, de Ciudadanos, y Juan José Liarte, de Vox, habían coincidido, sobre todo en materia económica y fisical, así como en las políticas educativas, pero no en violencia machista o postulados LGTBI. Como en la primera votación se necesita mayoría absoluta, Segado advirtió de que no valía "ponerse de perfil" y "no hay espacio para la ambigüedad". Dadas las diferencias entre sus dos potenciales socios de Gobierno, Segado se ofreció como escudo para garantizar a Ciudadanos la distancia respecto a Vox. "Hemos alcanzado un pacto con Cs y tenemos plena voluntad de lograr otro acuerdo con Vox, un acuerdo que no necesitará de más notarías, porque será el PP quien garantice su cumplimiento", avisó.

A favor de los populares, juega la idea de que si Vox no apoya a López Miras, la derecha perderá el gobierno. "Si no sale adelante, será presidente el sanchista más acérrimo de todos los socialistas", declaró el diputado. "O propiciamos un gobierno liberal y reformista o gobernará el sanchismo en la Región de Murcia. Toca elegir entre el modelo de la certidumbre o el modelo del caos que representa el señor Conesa y los señores de Podemos", manifestó.

Los populares se declaran dispuestos a gobernar en minoría, como en la legislatura anterior, aunque en esta ocasión tejer alianzas será mucho más complejo, porque necesitan poner de acuerdo a los tres partidos del arco del centro-derecha. Así pues, Segado asume que "las mayorías en política han pasado a mejor vida".

El cambio de postura de Ciudadanos respecto a su gobierno beneficia al PP, después de que la formación naranja hablara de la necesidad de regenerar un feudo de los populares, que llevan 24 años ejerciendo el poder. Según Segado, "hay que regenerar un gobierno cuando mantiene chiringuitos con miles de personas colocadas a dedo, como el de Andalucía", y también espetó al líder socialista que reivindique su derecho a gobernar por tener más votos cuando fue elegido delegado del Gobierno cuando tenía solo 84 diputados en el Congreso.

A partir de entonces, su discurso estuvo plagado de críticas hacia la bancada socialista y hacia el propio Conesa, sobre todo por no plantarse ante Pedro Sánchez por cuestiones que necesitan los murcianos: "Queremos saber si el PSRM va a permitir que se cierre el trasvase de la Región de Murcia. Un dirigente político no hubiera permitido que el Gobierno de su signo político elaborara unos presupuestos, afortunadamente fallidos, en los que la partida para el Mar Menor no tuviera ni un solo euro", criticó. También se refirió al centro de menores no acompañados de Santa Cruz (Murcia) y aconsejando su cierre ydijo que "su establecimiento no puede quedar al arbitrio exclusivo de las organizaciones que gestionan las sustanciosas subvenciones que han convertido su actividad en un rentable negocio".