El implante de prótesis mamarias es una opción a la que suelen recurrir muchas mujeres, ya sea por una cuestión meramente estética o al someterse a una reconstrucción mamaria tras haber superado un cáncer. Sin embargo, algunas de las murcianas que han pasado por el quirófano de clínicas privadas por este motivo están intranquilas desde hace meses, cuando desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, se ordenó el cese de la comercialización y utilización de un tipo de implantes mamarios de la empresa Allergan.

La Aemps informa de que la retirada del mercado de estas prótesis se debió a que el Organismo Notificado Francés GMED no ha renovado a la empresa los certificados de marcado CE para los implantes mamarios y expansores tisulares de superficie texturada Microcell y Biocell y al no disponer del certificado CE no pueden ser comercializados.

En este caso, la agencia del Ministerio de Sanidad recuerda que «el marcado CE indica el cumplimiento de los requisitos esenciales de seguridad, eficacia y calidad establecidos en la regulación europea».

La orden de retirada de estos productos el pasado mes de diciembre ha hecho que numerosas pacientes no sepan a qué atenerse tras haberles colocados estas prótesis, por lo que denuncian «falta de información» por parte de determinadas clínicas de Murcia, que «han restado importancia al asunto».

Una de ellas explica a LA OPINIÓN que a ella le colocaron estos implantes dos meses antes de producirse la alerta sanitaria y pese a pedir a su cirujano que se los retire por seguridad «éste se niega y me dice que si quiero que me los sustituya tengo que volver a pagar la operación», por la que le ha dado un presupuesto para los dos pechos de 3.195 euros, sin tener en cuenta sus honorarios.

La paciente, que prefiere mantener el anonimato para no sufrir ningún tipo de represalia por parte de la clínica, afirma que «hay muchas más afectadas en la misma situación que yo y nos hemos llegado a plantear el crear una plataforma» ya que tienen miedo por si se puede llegar a producir una rotura de las prótesis. «Me da miedo llevar en mi cuerpo un producto sanitario que está descatalogado y nadie me da una solución», señala.

Pese a su inquietud, la Aemps recomienda a estas pacientes que sigan sus revisiones periódicas y «en el caso de que experimenten problemas de salud y crean que pueden estar debidos a su implante acudan a su médico siguiendo las pautas habituales».

El subdirector de Farmacia e Investigación de la Consejería de Salud, Casimiro Jiménez, informa de que tras el aviso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios de la retirada se pusieron en contacto con los centros sanitarios privados en los que se había distribuido este producto, al tiempo que afirma que «a día de hoy no se ha recibido aviso de ningún incidente sanitario relacionado con la implantación de estas prótesis».