El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha clausurado la Asamblea de Cooperativas Agro-alimentarias de España, donde ha animado a las cooperativas a aumentar su dimensión para responder a los retos del futuro, para que puedan estar a la cabeza del sector agroalimentario. Para el ministro, es indispensable que las cooperativas avancen en el camino de la integración para responder a la economía social, pero de mercado, y ante los retos de la globalización.

Planas ha subrayado que el movimiento cooperativo, elemento vertebrador del medio rural, es la representación de la economía social de España y ha destacado sus valores éticos: solidaridad, régimen democrático y vocación social.

Según ha apuntado, las cooperativas representan dos tercios del valor de la Producción Final Agraria en España y casi el 30 % del valor de las ventas netas de la agroindustria. Además, España es el segundo país de la UE en número de cooperativas, después de Italia, y el quinto en facturación.

También ha señalado su importancia social, ya que asocia a cerca de 1,1 millones de miembros, generan más de 102.000 empleos directos y tiene un fuerte compromiso con el desarrollo del territorio. En definitiva, contribuyen a dinamizar y fortalecer el medio rural.

Evolución del cooperativismo

Evolución del cooperativismoPlanas ha destacado la evolución del movimiento cooperativo en los últimos diez años, ya que está avanzando en el proceso de integración al tiempo que crece su impacto social y económico. Para el ministro, es el modelo que mejor ha resistido la crisis y considera que esa tendencia a la mayor integración debe consolidarse e intensificarse.

Precisamente, el ministro considera que se han conseguido importantes avances con la ley de integración cooperativa, pero considera necesario dar un paso adelante en la integración, ya que una mayor dimensión ayudará a las cooperativas a enfrentarse con mayores garantías a un mercado más globalizado. Para ello, será necesario modernizar los procesos productivos, a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Para el ministro, el sector agroalimentario español necesita estructuras empresariales competitivas, mejor dimensionadas e internacionalizadas, sin renunciar al carácter social de la economía y el modelo que fomentan las cooperativas.

También ha puesto el acento en la importancia de incrementar la presencia de jóvenes y mujeres en las cooperativas agrarias, sobre todo en sus órganos sociales y en los puestos directivos y de gestión. Según ha recalcado, sobre estos dos colectivos recae en gran medida la vitalidad y el dinamismo del medio rural que deseamos.