El cambio climático pondrá en peligro la continuidad de la viticultura en ciertas zonas de Europa, puesto que la falta de agua y el aumento de temperatura afectarán negativamente, según el grupo de Meteorología de la UIB, a los cultivos de viña del sur de Europa y del Mediterráneo.

Así lo ha expresado el catedrático y miembro del grupo de investigación de Meteorología, Romualdo Romero, que ha explicado que los resultados del estudio demuestran que debido al aumento de entre tres y cuatro grados de temperatura en el ambiente entre 2046 y 2070, las regiones del centro y norte de Europa, como Austria, Alemania, República Checa o sur de Inglaterra serán más idóneas para cultivar las distintas variedades de viña que las zonas del sur de Europa y del Mediterráneo.

El estudio, publicado en la revista Regional Environmental Change, prevé que los cultivos estarán más tiempo expuestos a temperaturas extremas, que excederán el umbral de niveles óptimos para la maduración de la uva. En consecuencia, la calidad de la fruta será menor, con menos aromas y menos pigmento.

La estudiante de la alumna de doctorado del programa de Física de la UIB, Maria Cardell, ha explicado que estas condiciones producirán un «estrés térmico severo en las viñas». Variedades como el Pinot Noir, Tempranillo o Tintorera -que se cultivan también en Baleares- dejarán de ser óptimas para el cultivo de la uva en algunas zonas españolas de la costa mediterránea.

Cardell ha argumentado además que las nuevas condiciones harán que se establezca «una nueva clasificación de las regiones europeas según el índice de Winkler», que mide la acumulación de calor y permite clasificar cada región en una escala del uno al cinco de acuerdo con la idoneidad para cultivo y la calidad del vino resultante.

Por su parte, el doctor en Física de la UIB, Arnau Amengual, ha explicado que se prevé que por otra parte, las precipitaciones «disminuyan de manera significativa» en el sur de Europa y el Mediterráneo. Así, en éstas zonas, se espera un 24 por ciento menos de lluvias, mientras que en el centro y norte de Europa, en cambio, aumentarán cerca de un cuatro por ciento respecto a la actualidad.

Por ello, ha explicado Amengual, la evopotranspiración y el balance hídrico de las plantas se verá afectado, algo que provocará reducciones en la recolecta de la uva en países como España, Portugal e Italia, y pondrá condiciones más favorables para una mayor producción en República Checa, Alemania o el sur de Francia.

Los autores del estudio han incluido en su publicación algunas soluciones que podrían paliar los efectos del cambio climático a la producción vinícola, como provocar sombra en los cultivos, aumentar el riego, realizar cambios en la poda o reubicar las viñas a otras zonas de Europa. Por último, Amengual ha explicado que si no se implementan medidas efectivas para reducir el cambio climático regiones de prestigio como La Rioja en España o el Piamont en Italia podrían dejar de serlo.