Francisco Javier Martínez es un guardia civil cartagenero que ha recorrido media España y que se está planteando volver a casa. Ingresó en el cuerpo en 2006, y en la asociación Independientes de la Guardia Civil cuando aún era eventual. Actualmente es miembro de la Junta Nacional y vocal del Consejo, donde destaca por ser el único que va tatuado.

P ¿Qué le parece que el ministro del Interior plantee recuperar el decreto para regular el aspecto físico de la Guardia Civil?

R Anteriormente el borrador decía que todos los guardias civiles tenían que taparse los tatuajes con vendas, pero eso es inoperativo, de cara al ciudadano es ridículo. Y plantearon hacer una tabla de excel con los datos de los tatuajes que tiene cada miembro y si te haces otro tatuaje, te abrirían extediente. Nos marcan como a las vacas, o como si fuéramos detenidos. Está totalmente en contra de los derechos fundamentales de todos los guardias civiles.

P ¿Le preocupa que le obliguen a borrarse un tatuaje si va en contra del decoro de la Guardia Civil?

R A saber, a lo mejor me dicen que uno de los que llevo tengo que quitármelo. Eso queda a elección de la Dirección General. Por ejemplo, yo llevo un tatuaje de una mujer en bikini, a lo mejor eso dicen que atenta contra el decoro de la Guardia Civil. Dejan una serie de lagunas y no lo dejan claro. Si ellos meten en la norma que hay una serie de tatuajes que atentan contra el decoro de la Guardia Civil, depende de lo que diga el comandante. Como la norma lo pone, si ellos creen que atenta contra el decoro, te lo tienes que quitar.

P ¿Es habitual que miembros del cuerpo vayan tatuados?

R Hay mucha gente dentro de la Guardia Civil que va tatuada. No tengo la estadística, pero conmigo se han puesto en contacto muchos compañeros. El problema es que no hay ninguna norma en la Guardia Civil que te diga si te puedes tatuar o no. Si el teniente te dice que lo tienes que tapar, es una orden, y si desobedeces, te abren expediente, porque es un cuerpo militar. No hay nada legislado. Y además te dicen que te lo tapes pero no te dan ningún medio.

P ¿En algún momento usted o algún compañero suyo se ha planteado borrarse los tatuajes o no hacerse uno nuevo por miedo a las represalias?

R Al revés. Muchos guardia civiles han ido a tatuarse en los últimos meses, porque si dices que tienes el izquierdo tatuado y luego te tatuas el derecho, te abren expediente. Entre la gente con la que he hablado, hay muchos que tenían tatuajes pendientes y se han tatuado por miedo a que no puedan hacerlo después. A mí me quedan dos huecos en el brazo derecho y este verano me los voy a tatuar.

P ¿Qué piden desde la asociación Independientes de la Guardia Civil?

R Lo que hemos pedido en esta asociación es que al personal que va tatuado no se le exija que se le tapen y que, a partir de que se saque la norma, que cada uno se pueda tatuar. Hay que poner unas líneas rojas.

P ¿En alguna ocasión ha tenido problemas con algún superior por llevar tatuajes?

R Sí. El teniente que tenía en Torrevieja le decía a muchos guardias que se tapasen los tatuajes. A mí no me decía nada, igual porque era miembro de una asociación. Pero he tenido compañeros que sí, que han tenido problemas. Ha habido agentes que se los han tenido que tapar y han ido en pleno verano con una braga que les cubre todo el brazo, y con el calor eso es incomodísimo.

P ¿Cree que está mal visto llevar tatuajes dentro del Cuerpo?

R Yo cuando voy al consejo en manga corta, me reúno con el director general, con el ministro, y con los 14 generales. Y no te miran muy bien. Además, el ministro Marlaska lleva un tatuaje en la muñeca, aunque normalmente la gente no lo ve. Por eso creo que es incoherente que aprueben esta norma. Creo que la Guardia Civil tiene que ser más moderna.