Un estudio de la Agencia Estatal de Meteorología advierte de que el periodo de retorno (repetición) de una ola de calor tan intensa como la que sacudió España la semana pasada ha pasado de los 30 años en el siglo XX, a los tres años en la primeras dos décadas del siglo XXI. Y todo a la espera de una nueva ola el próximo fin de semana en el que se anuncian máximas de 38 grados debido a la llegada de una bolsa de aire seco y cálido del Sahara.

Las olas de calor son cada vez más frecuentes y más intensas durante el presente mes de julio, ya que a principios del siglo XX se producían una vez cada 30,7 años y a principios de este siglo, sin embargo, se repiten cada 3,7 años, según un estudio de Meteorología sobre las olas de calor.

En concreto, respecto a la ola de calor de la semana pasada, el autor del estudio y portavoz de la delegación de la Aemet en la Comunidad Valenciana, José Ángel Núñez, subrayó ayer que se ha tratado de «la más cálida de las registradas en un mes de junio en al menos los últimos 40 años». Además, en este episodio «nunca» había hecho tanto calor en puntos como Burgos, Lérida, Girona, el Puerto de Navacerrada, Madrid, Torrejón de Ardoz o Calamocha.

El estudio señala que el periodo de retorno de las olas de calor y las masas de aire extremadamente cálido durante el mes de junio ha pasado también de los 100 años en las últimas dos décadas del siglo XX a tan solo diez años en las dos primeras décadas del siglo XX.

Uno de los principales problemas al hablar de olas de calor es que no existe una definición única y precisa del término. Sabemos que se trata de episodios de temperaturas anormalmente altas, que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de España. En verano es normal que haga calor y no podemos hablar de ola de calor, cuando las temperaturas, aún siendo altas o incluso muy altas, sean relativamente habituales en el periodo estival.

Se considera ola de calor a un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones meteorológicas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.

Las olas de calor récord son, hoy, al menos cinco veces más probables a consecuencia del cambio climático y, de hecho, la que afectó la semana pasada a toda Europa era entre cinco y potencialmente hasta cien veces más probable que ocurriera, según concluye un análisis de los principales científicos del clima en el grupo World Weather Attribution que añade que, además, estos episodios son unos 4 centígrados más calientes.

El estudio ha analizado las temperaturas medias de los días 27 a 29 de junio en toda Francia, donde se alcanzaron las temperaturas más altas de Europa, al tiempo que recuerda que los valores medios diarios tienen más impacto en la salud que las temperaturas mínimas.

Los científicos han comparado el clima actual con un grado centígrado de calentamiento, con cómo habría sido el clima sin la influencia humana y señala que más de 230 estudios han analizado si el cambio climático ha hecho más probables determinados fenómenos meteorológicos.

El mismo grupo ha demostrado que el cambio climático hace que las altas temperaturas del año pasado en el norte de Europa sean al menos dos veces más probables. Además, concluye que las olas de calor son «más frecuentes y más severas» de lo que los modelos climáticos habían predicho