­

Lograr que los estudiantes (chicas y chicos) apuesten por las carreras técnicas; llegar al pleno empleo partiendo de porcentajes inimaginables hace décadas; ofrecer a las empresas lo que necesitan para aumentar su competitividad en un mundo tecnológico que cambia prácticamente a diario por la cuarta revolución industrial y dotar de habilidades a los egresados para la resolución de problemas en los retos que plantea el I+D+I son los objetivos sobre los que la UPCT lleva trabajando desde hace años.

De hecho, la Universidad Politécnica de Cartagena ofrece unas cifras de récord en algunas de las cuestiones citadas. Nueve de cada diez egresados encuentra trabajo en su primer año, aunque uno de los retos siga siendo el aumentar los alumnos que cursan carreras técnicas. «Nos faltan ingenieros y hay que promover desde bachillerato, e incluso a edades más tempranas, el que los estudiantes elijan el dibujo técnico y la tecnología. Es una tarea de todos, de la UPCT, de las empresas, de los medios de comunicación, de las administraciones, de las familias. De la sociedad en general», afirmó Alejandro Pérez Pastor, vicerrector de Innovación y Empresa de la Politécnica de Cartagena. Un reto que, junto a otros como la formación continua y las prácticas en empresas, fueron debatidos ayer en una nueva edición de los Desayunos de LA OPINIÓN.

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Alfonso Hernández

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Alfonso Hernández

Además del vicerrector de Innovación y Empresa de la Politécnica de Cartagena participaron en la mesa de expertos Alfonso Hernández Zapata, presidente de la FREMM (Federación Regional de Empresarios del Metal), que aglutina a más de 2.500 empresas; Marisol Carrera, directora de Recursos Humanos de Grupo Wind, una compañía orientada a la tecnología aplicada al tratamiento del agua y la agricultura intensiva; Carlos Torregrosa Bonet, director general de Frumecar, una empresa que aporta soluciones de vanguardia para anticiparse a necesidades futuras, y Judith Sáez Martínez, egresada de la UPCT y CTO de Intelia.

Todos los expertos coincidieron en la necesidad de aumentar las vocaciones técnicas en estudiantes desde edades tempranas para incrementar el número de ingenieros que en un futuro se incorporarán a las empresas. El objetivo es que en la Región haya cantera suficiente de esta mano de obra especializada para que Murcia no se convierta en 'la nueva Alemania' por tener que importar mano de obra especializada. «Competimos con todo el mundo. Y si aquí no hay especialistas tendremos que traerlos de fuera», valoró el director general de Frumecar, una compañía que, según afirmó, ha tenido que dejar desierto el máster ofrecido por la firma que dirige sobre Industria 4.0. Hernández Zapata, de FREMM, apuntó un dato muy revelador en esta asunto. «El empleo es la política social más importante que podemos ofrecer. Hay que empujar e incentivar a los jóvenes a que cursen carreras técnicas porque tienen el empleo asegurado y hay que hacer más atractivas esas titulaciones. Hay una realidad dramática que ha puesto encima de la mesa la Comisión Europea. Habrá 500.000 puestos de trabajo que en unos años no se van a poder cubrir por falta de formación», resaltó.

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Judith Sáez

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Judith Sáez

La directora de Recursos Humanos del grupo Wind destacó otro de los retos de la formación que se ofrece en los centros educativos: los idiomas, sobre todo el inglés. «No basta con tener el B1, hay que soñar en ese idioma y tener un nivel fluido. Nosotros somos una empresa exportadora y eso es fundamental», afirmó Carrera, quien destacó el gran nivel formativo de los alumnos de la Universidad Politécnica de Cartagena, una afirmación compartida por Judith Sáez Martínez, antigua alumna de la UPCT. La CTO de Intelia contó su experiencia como ingeniera de Telecomunicaciones, una carrera que ha ido aumentando en número de alumnas mujeres hasta alcanzar porcentajes inimaginables hace décadas (está el 50% y el 55%). «Estuve años trabajando para distintas empresas. En 2015 un compañero y yo decidimos crear nuestra propia empresa», indicó la egresada que valoró la capacidad para resolver problemas que desarrolló durante su formación. Los ingenieros tienen que tener inquietud tecnológica, ya que «en el sector de las TIC hay que estar siempre reciclándose».

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Marisol Carrera

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Marisol Carrera

Ambas profesionales expresaron el avance que han experimentado las distintas carreras técnicas en cuanto a lograr más féminas en las clases en titulaciones que hace años estaban muy masculinizadas. En ese sentido, los datos de matriculación son dispares -según precisó Pérez Pastor-, ya que mientras en Industriales el porcentaje de chicas frente al de chicos oscila entre un 20 y un 30% en Agrónomos se ha llegado al 55%. Precisamente, en esta última titulación se ha producido un aumento exponencial de alumnos al pasar de 15 estudiantes en 2010 a «tener dos años después las dos clases llenas porque nos movimos y explicamos cuál era nuestro proyecto», resaltó el vicerrector, que expuso a modo de anécdota que incluso llegó a proponer hacer una serie de televisión cuyos protagonistas fueron ingenieros agrónomos.

El vicerrector de Innovación de la UPCT insistió en que es necesario que las empresas «nos digan qué necesitan para dotar la formación de las competencias demandadas», por lo que destacó el importante papel que juega en este asunto la Red de Cátedras creada por la Politécnica, definida por el profesor universitario como el «buque insignia» de la institución educativa, con el objetivo de que la inserción laboral de los estudiantes sea óptica y rápida y los puestos de trabajo que se generen sean de calidad.

Cada vez hay más empresas e instituciones que se suman a esta Red de Cátedras, que ha permitido sumar esfuerzos y que la Politécnica haya superado sus propias cifras. «Tenemos a 207 becarios trabajando en empreas cuatro horas diarias y hay 975 estudiantes en empreas, una cifra récord», adelantó el vicerrector, que explicó que la UPCT está al mismo nivel que la Politécnica de Madrid o de Valencia y que cada vez tienen más alumnos indios, chinos y sudamericanos por la oferta de títulos dobles impartidos por la UPCT que «es una universidad muy atractiva. Estamos en un mundo globalizado y todos los que salen de la Politécnica de Cartagena salen prácticamente colocados».

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Carlos Torregosa

Mesa de expertos de la UPCT: Intervención de Carlos Torregosa

La formación dual se antoja para estos expertos fundamental para unir conocimiento y empresas y de hecho es una de las primeras reivindicaciones que hará la Universidad Politécnica de Cartagena una vez que se forme el Gobierno regional. «Hay que incentivar esa formación que ya existe. Que se haga desde los centros educativos es muy importante y hay personal de la UPCT en tareas de divulgación. Visibilizar al ingeniero en Primaria es fundamental», señaló el vicerrector de Innovación de la Politécnica, una idea que fue compartida por la directora de Recursos Humanos de Wind. «Nos visitan cuando están ya en la universidad, pero tendrían que venir chavales de 12 o 13 años para que vieran qué se hace en un departamento de I+D», afirmó Carrera. En los mismos términos se expresó el director general de Frumecar, quien dijo que «es un problema en el origen. Hay que acompañar a los técnicos de la UPCT a los colegios e institutos».

Además de las empresas, también colaboran con la Universidad Politécnica distintas instituciones. Un ejemplo de ello es el Observatorio de Industria 4.0, en el que participa el Info (Instituto de Fomento de la Región) y próximamente el Observatorio 4.0 de Turismo que, previsiblemente, se ubicará en Cartagena. Los ayuntamientos son otros de los potenciales 'clientes' de la Politécnica que han pedido asesoramiento a sus técnicos para sus planes estratégicos. En definitiva, como sentenció Carlos Torregrosa, «el futuro es tecnológico y si no somos capaces de adaptarnos iremos a un empleo de bajos salarios sin ningún valor añadido».