En 1957, agricultores de Fuenteálamo (Albacete) se asociaron en la Cooperativa del Campo San Dionisio, patrón de la localidad e iniciaron la andadura de lo que es hoy en día Bodegas San Dionisio Sociedad Cooperativa. Los socios compaginaron su trabajo de agricultor con el de emprendedor, con idénticos valores que otras empresas buscan ahora y que ellos supieron conservar, como lograr cosechas de calidad con los medios agrarios de la época y obtener un producto 100% natural, ecológico y de calidad. Cada fruto proviene del mimo de la tierra, la vid, la meteorología y la mano del hombre, en un vínculo que es el principal medio de vida y riqueza en cada socio agricultor.

Durante generaciones Bodegas San Dionisio ha transformado el fruto de la tierra para transmitir su esencia al consumidor; conservando vides de variedades autóctonas como las uvas monastrell de pie franco, de más de 40 años de edad, e innovando con nuevas variedades (Syrah, Petit Verdot, Verdejo, etc.); con ellas elaboran caldos de forma tradicional y artesanal, en barricas de roble, dando lugar a crianzas de gran calidad pero sin renunciar a los últimos avances tecnológicos a disposición de la industria vinícola, como equipos para fermentación controlada, extracción de polifenoles, etc. Así, combinan tradición e innovación y establecen estrictos controles sobre la calidad.

Fruto de esta trayectoria es el reconocimiento de clientes y consumidores, algo primordial para la bodega, algo que también se refleja en la cantidad de premios obtenidos en los últimos años a nivel nacional e internacional. Estando presente en ferias nacionales e internacionales con el objetivo difundir nuestros productos en todo el mundo.

El clima y el terreno de la zona son ideales también para el cultivo del olivo. Así, Bodegas San Dionisio se ha convertido desde 1999 en un productor de aceites tipo virgen y extra virgen de excelente calidad.