El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, presentó esta semana en la sede del Ministerio los datos del Informe de Consumo Alimentario en España 2018, que nos ofrece una visión de conjunto sobre el comportamiento alimentario de las personas residentes en nuestro país, tanto dentro como fuera del hogar. No se recogen, por lo tanto, el consumo realizado por los turistas ni el realizado en instituciones y colectividades. Como novedad, el informe de este año profundiza en los aspectos sociodemográficos del consumo.

En la presentación, Planas ha destacado que los alimentos españoles son el producto del buen hacer de nuestra agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, transformado por la industria y distribuido hasta el consumidor final por una amplia red de canales de compra. Para el ministro, «la alimentación dice mucho y muy bueno de España».

Según ha detallado, el gasto total en alimentación en 2018 ascendió a 103.077,41 millones de euros, que ha supuesto un incremento del 0,5% respecto a 2017, manteniéndose la tendencia creciente de los últimos años. De ellos, un 66,5% se destinó al consumo doméstico y un 33,5% (34.539 millones de euros) a consumiciones fuera del hogar.

En cuanto al volumen, el consumo total en España alcanzó la cifra de 33.464,38 millones de kg/l., de los que un 86,1% se consumió en el hogar y un 13,9% fuera de casa. Como media, cada español ingirió en torno a 767,87 kg/l. de alimentos y bebidas, y un gasto de cerca de 2.526,28 euros. Tanto el consumo como el gasto per cápita fue mayor dentro del hogar que fuera.

Consumo en los hogares

Consumo en los hogaresEl gasto total dentro de los hogares españoles ascendió a 68.538,1 millones de euros, lo que supone un 1,6% más que en 2017. Este incremento se debe al aumento del precio medio (1,8%), ya que el volumen total adquirido se mantuvo estable (-0,2%). El ministro ha matizado que no es posible generar un consumo mayor cuando en términos de población no existe un crecimiento poblacional sostenido ni asociado. También ha señalado que para entender la evolución del consumo, hay que analizar aspectos relacionados con el número de hogares en España y su composición. Así, el estancamiento de la población, el menor tamaño de las familias o la edad de sus componentes están condicionando el consumo, que experimenta un crecimiento sostenido.