La congregación de las Clarisas que custodiaba la Santa Faz en Alicante desde hace 500 años se suprime a petición de la orden por la falta de religiosas. En su lugar serán las Monjas de la Sangre las que se harán cargo de la reliquia. La eucaristía del 30 junio a las 12.00 horas será la despedida de las Clarisas en el monasterio. Pero las que se van no son las que originalmente poblaban el convento, sino otras que la orden envió desde Algezares, para cubrir el vacío que dejaron las originarias al trasladarse a otros conventos.

Y es que,según un comunicado del Cabildo, la escasez de vocaciones, la avanzada edad de las hermanas y por las nuevas disposiciones de la instrucción vaticana 'Cor Orans', que establece un mínimo de miembros en las comunidades de vida contemplativa para poder mantener activa una comunidad, la Federación de las Clarisas, a la que corresponde el monasterio de la Santa Faz, decidió que no podía continuar con la misión encomendada. Esto sucedió en noviembre, cuando las últimas hermanas se marcharon. La Santa Faz se quedó sin custodia tras 500 años.

La Federación decidió enviar a las más ancianas y enfermas a las Clarisas de Elche y las otras a las Clarisas de Cieza. Esta determinación corresponde a cada monasterio y federación, que tiene reconocida su autonomía para tomar este tipo de disposiciones por parte de la Santa Sede.

Desde enero la comunidad de las Clarisas de Algezares ha prestado un servicio de guardia y custodia de la sagrada reliquia en el monasterio. El obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante visitó varias comunidades de religiosas contemplativas en territorio nacional, con posibilidades de trasladarse a la Santa Faz. Incluso se abrió la posibilidad de encontrar alguna comunidad de Clarisas en Hispanoamérica y se desarrolló una actividad ante la Santa Sede, visitada en dos ocasiones, que concluyera con el fin deseado: vida contemplativa en el monasterio de la Santa Faz.

«Ha sido un camino arduo y difícil en el que los dos patronos, Ayuntamiento y Cabildo, han encontrado en el obispo Jesús Murgui Soriano un importante aliado y un apoyo decisivo para que Santa Faz siguiese siendo lo que siempre fue: monasterio y santuario», reza el comunicado, respaldado por el Ayuntamiento.

«Al final podemos trasladarles con alegría que el deseo se ha hecho realidad con la noticia que hoy les comunicamos: la comunidad de las Monjas Canónigas Lateranenses de San Agustín, conocidas en Alicante con el cariñoso apelativo de 'Monjas de la Sangre', que tienen su sede en el Monasterio de la Preciosísima Sangre, se trasladan desde la calle Monjas 1 de Alicante al Monasterio de la Santa Faz, para tomar el relevo de las Clarisas en la guardia y custodia del Sagrado Lienzo».

Las Monjas de la Sangre son también de clausura y llevan en Alicante desde el año 1600. El alcalde, Luis Barcala, ha trasladado a estas religiosas una propuesta para que el actual convento que ocupan en el casco antiguo, una vez que se van a hacer cargo de la custodia de la Santa Faz en el monasterio, ubique el museo de la Semana Santa. Así se cumpliría el requisito de darle un uso cultural y religioso.

«Cumple no solo con los requisitos que las propias monjas nos habían trasladado sino que sirve además para continuar con la revitalización del casco antiguo y se genera un hito cultural, monumental y turístico que cumple con las condiciones que desde la Junta Mayor de Hermandades de la Semana Santa había trasladado», ha dicho el edil. A las hermanas les parece positiva la propuesta.

Los expedientes de la marcha de las Clarisas y el relevo de las de la Sangre están abiertos en el Vaticano y son simultáneos. La Santa Faz no se volverá a quedar sin custodia en ningún momento, dicen el Cabildo y el alcalde.