La desaparición del Mar de Aral en Asia Central es uno de los mayores desastres medioambientales del mundo. Un lago endorreico, o mar interior, ubicado entre Kazajistán y Uzbekistán, y que desde 1960 ha perdido el 90% de su volumen original, pasando de 68.000 kilómetros cuadrados de superficie a solo 6.800.

Hace en torno a 60 años los soviéticos tomaron la decisión de desviar el cauce de dos ríos importantes que alimentaban el Mar de Aral: el Syr Darya y el Amu Darya. La intención era emplear estos recursos hídricos para crear cultivos en zonas desérticas de Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán como el algodón. Este importante producto pudo florecer en esta zona de Asia Central gracias a las cantidades de agua que se desviaban de los dos ríos pero que acabó por secar uno de los mayores lagos del mundo.

Con el paso de los años el desierto ha ganado terreno al Aral y desde hace tiempo los gobiernos locales buscan llevar a cabo proyectos que puedan reforestar este antiguo fondo marino y poder sacar provecho de él. En uno de estos planes, que ha sido desarrollado por el gobierno de Uzbekistán, se ha colado una empresa murciana que aportará su granito de arena para crear un área forestal con plantas en el fondo seco del mar de Aral que alcance 1,2 millones de hectáreas (12.000 kilómetros cuadrados).

Western Export Solutions, empresa con sede en Murcia, es una consultora internacional de proyectos importantes que ha trabajado mucho con el sector primario en la zona de Asia Central, sobre todo en Uzbekistán, donde han construido invernaderos y han logrado coordinar proyectos de exportación de ganado ovino y caprino a esta región.

Su objetivo en el Mar de Aral es lograr cultivar hasta 35.000 kilómetros cuadrados de forraje, en concreto sorgo, una gramínea del que se extrae cereal para consumo humano y animal. «La intención es plantar este tipo de forraje, que es la 'fibra del futuro', una planta comestible que permitirá también que Uzbekistán potencie su sector primario y sea uno de los grandes suministradores de Asia Central y puedan en un futuro exportar grandes cantidades a países árabes donde se necesita este alimento por el ganado rumiante», explica José Antonio Esteban Villegas, consejero delegado de Western Export Solutions.

Este proyecto se engloba dentro de la Estrategia para la Conservación de la Diversidad Biológica de la República de Uzbekistán para el período 2019-2028.

Ganadores por encima de Israel

Ganadores por encima de IsraelLa consultora murciana logró ganar un concurso frente a países como Israel para potenciar el cultivo de forraje en el Mar de Aral. «A nivel profesional era el más competente y ahora vamos a crear una comisión internacional entre España y el país uzbeko». Una delegación de seis miembros del gabinete de presidencia de Shavkat Mirziyoyev, presidente de la república, que también son expertos en agricultura, llegará este domingo a Madrid para comenzar un 'tour' por diferentes instalaciones con las que trabaja la consultora. «Queremos enseñarles el potencial y la experiencia que tenemos en proyectos como este», subraya Villegas.

El consejero delegado remarca que el próximo miércoles esta delegación vendrá a la Región de Murcia para visitar el Imida, la Universidad Politécnica de Cartagena y la empresa murciana Probelte, con quienes se estudiará el uso de los mejores productos fitosanitarios en el terreno del Aral.

«Ese terreno es muy salino, por lo que en esta primera visita también se valorará cuál es el mejor cultivo que podremos plantar allí». En una segunda fase se realizará un pliego de condiciones, en tercer lugar se creará el proyecto piloto y por último se desarrollará este plan por completo: «Plantación de forraje más seguimiento y consultoría, y trasladar conocimientos sobre la trasformación del forraje en alimento».

Tras el veto europeo de exportaciones a Rusia, Uzbekistán quiere desarrollar su sector primario y lograr importantes beneficios exportando a países limítrofes, a China o países árabes. «El proyecto es prioritario en este Estado, no para de crecer el terreno desértico en el Mar de Aral», concluye Villegas.