El testigo en la Asamblea Regional entre una legislatura y la siguiente se cede hoy con el fin del mandato de la socialista Rosa Peñalver y con la llegada de Alberto Castillo, diputado de Ciudadanos, al frente de la Cámara de todos los murcianos.

Elegida en 2015 en el primer parlamento regional sin mayorías absolutas, al recibir los votos del PSOE, Podemos y Ciudadanos, se convirtió en la primera mujer que presidía la Cámara.

Tras la disolución de las Cortes el 1 de abril para dar paso a la campaña electoral, Peñalver ha seguido ejerciendo su cargo en funciones con un agenda repleta de actos. Este mismo domingo, la presidenta de la Asamblea en funciones participaba en la gala del Día de la Región en el que agradeció su trabajo a los diputados de la novena legislatura y señaló que ha sido «la más fructífera y la de mayores consensos».

Peñalver no ha querido que se oficien actos de despedida. Ha preferido ceder el protagonismo a los nuevos representantes. En el último pleno de la legislatura -celebrado antes de la aprobación de la Reforma del Estatuto- Peñalver decía adiós a sus compañeros de escaño: «Sólo por romper el techo de cristal ha merecido la pena. He procurado ser la presidenta de todas y todos».

La dirigente socialista aprovechó para despedirse de los trabajadores de la Cámara en mayo, días antes de descubrirse su retrato oficial que cuelga en la Asamblea Regional. El cuadro, una obra de Pedro Diego Pérez Casanova, luce en la galería que antecede al Salón de Plenos, junto a las pinturas que muestran a sus antecesores: los socialistas Carlos Collado, Manuel Tera, Miguel Navarro, José Plana y el popular Francisco Celdrán. Antes de presentarlo, Peñalver exhibió el cuadro a los funcionarios y trabajadores de la Cámara para «agradecer su sentido de la Institución, la entrega y profesionalidad con la que se han adaptado al mayor volumen de trabajo y exigencia que ha supuesto el Parlamento de esta IX Legislatura».