Un vigilante de seguridad del aeródromo de Corvera ha resultado herido de gravedad al sufrir una descarga eléctrica cuando se encontraba en su puesto de trabajo, tal y como indicaron fuentes cercanas a la investigación.

El suceso tuvo lugar hace unos días, cuando el empleado se encontraba haciendo una prueba en una máquina de las que detectan si los pasajeros que van a embarcar en un avión llevan explosivos o sustancias estupefacientes, apuntan las mismas fuentes. Estos aparatos están detrás de las cintas y de los arcos de control de seguridad y antes de las mesas que se usan para volver a colocar los equipajes o ponerse prendas de ropas después de que se hayan abierto las maletas o se haya producido un cacheo a un viajero.

En un momento dado, por razones que se están investigando, el hombre sufrió una descarga. Fue «un calambrazo», detallan testigos presenciales, «que le entró por un brazo y salió por el hombro». Inmediatamente, se movilizaron al lugar sanitarios, que, tras atender al herido in situ, lo trasladaron al Virgen de la Arrixaca de Murcia. En este mismo hospital fue intervenido quirúrgicamente, por las heridas sufridas. En concreto, lo operaron del brazo por el cual sufrió la descarga.

Lo sucedido se considera un accidente laboral, por lo que se informo de ello al Instituto de Seguridad y Salud Laboral.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de esclarecer quién ha de asumir responsabilidades por el accidente. De esta manera, el Cuerpo trabaja en confirmar si la máquina estaba defectuosa o si, como comentan compañeros del lesionado, «no tenía toma de tierra», un extremo que ha de aclararse si es cierto. Trabajadores del aeropuerto que prefirieron no identificarse por temor a represalias aseguran que vienen tiempo quejándose de «la mala infraestructura» de este lugar, que está «hecho deprisa y corriendo», lamentan.