El mundo tal y como lo conocemos está en peligro. Todos los expertos alertan de que solo la implantación de medidas eficaces e inmediatas puede contrarrestar los terribles daños del cambio climático, y solo mediante la unión de empresas y administraciones públicas y con la colaboración imprescindible de los ciudadanos se puede avanzar hacia un futuro sostenible. Estos y otros temas fueron el centro del debate de las I Jornadas sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC), organizadas por el diario LA OPINIÓN y la Cátedra de RSC de la UMU. El evento tuvo lugar el pasado jueves en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, en el Campus de la Merced.

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Representantes de la Universidad de Murcia, del sector privado y de las administraciones públicas intervinieron durante las Jornadas, patrocinadas por la Comunidad Autónoma, Mercadona, Global París, Mercamurcia, Estrella de Levante, Grupo Fuertes, Volvo Sedauto, BBVA y STV Gestión.

Arrancó la mañana con la intervención de Longinos Marín, el director de la cátedra de RSC de la Universidad de Murcia. Este concepto tan importante hoy en día surgió en los años 60 en Estados Unidos, y tal y como explicó el ponente, y no está en decadencia por el auge de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU, sino que ambos términos son complementarios: los ODS marcan el objetivo hacia el que debe llegar la sociedad, y la RSC es el método por el que generar impactos positivos. Según Longinos Marín, las empresas viven de los recursos que dan sus grupos de interés; es decir, los clientes, el medioambiente, los trabajadores, etc. Por tanto, el objetivo es que el sector privado mejore su relación con estos grupos de interés y atender a sus demandas, lo cual se traduce en beneficios para la empresa en términos de credibilidad y confianza.

Para corroborar este enfoque, la Universidad de Murcia investiga, por un lado, cómo las empresas consiguen generar un vínculo emocional con sus clientes; y por otro, si las empresas más responsables socialmente son también más competitivas.

El asunto central de las Jornadas era la contribución de las empresas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En ese sentido, Longinos Marín dijo que cada compañía debe definir, en primer lugar, cuáles de los 17 ODS representan una prioridad para ellos, y posteriormente aplicar las políticas de RSC en la misma empresa para cumplirlos. «El reto está en exigir a las empresas, a las administraciones públicas y a los ciudadanos», comentó el profesor. A su juicio, el eslabón de esa cadena que menos contribuye al cumplimiento de los ODS son los gobiernos: «No hay liderazgo, no hay un mensaje claro, no están haciendo nada», alertó.

El siguiente paso es concienciar a la ciudadanía. En ese aspecto, se está avanzando bastante, sobre todo en cuanto al cambio climático y al respeto medioambiental, como simboliza la estudiante sueca de 16 años Greta Thunberg, que se ha convertido en todo un icono de la lucha contra el deterioro del planeta y la pasividad de los gobiernos. Para Longinos Marín, «la clave está en los jóvenes», en concienciar a las nuevas generaciones sobre los retos del futuro. «Espero que no nos tengamos que arrepentir en un futuro por no haber hecho nada a tiempo», comentó Longinos para cerrar su intervención.

Mesa de expertas

Mesa de expertasLa investigadora Isabel Martínez Conesa moderó una mesa de expertas íntegramente femenina, compuesta por mujeres que desde los puestos directivos de importantes empresas de la Región dirigen las políticas de recursos humanos y de responsabilidad social para favorecer la atención a los grupos de interés.

En primer lugar, María del Mar Cámara, directora de RRHH y RSC de la empresa STV Gestión, expuso cómo funciona la responsabilidad interna en su compañía. STV, que se encarga de ofrecer servicios de jardinería, limpieza, recogida de basuras o gestión del ciclo del agua, ha implantado medidas para luchar contra la violencia de género y en favor de la igualdad laboral. En el ámbito externo, han recibido premios por ayudar a colectivos en riesgo de exclusión social, mediante la contratación tras un período de prácticas, colaborando con entidades como Cáritas, Secretariado Gitano, RAIS, CEOM.

A continuación, Inmaculada Serrano, directora general de Hidrogea, expuso los ODS prioritarios para su empresa: el 1 (fin de la pobreza), el 6 (agua limpia y saneamiento) y el 17 (alianzas para lograr los objetivos). Entre sus compromisos, se encuentra reducir las emisiones contaminantes, y el consumo de agua por habitante, aunque en ese sentido Murcia es una tierra muy concienciada. «La Región presenta uno de los mayores porcentajes de ahorro de agua de todo el territorio nacional», señaló la ponente, dada la importante labor de concienciación sobre la escasez de recursos hídricos.

Por su parte, Ana Belén Martínez, directora de Relaciones Externas de Mercadona, explicó que el modelo de su empresa se basa en «satisfacer las necesidades de los grupos de interés: El Jefe (es decir, los clientes), los trabajadores, los proveedores, la sociedad y el capital. Escuchar a los clientes, fomentar la igualdad de género en la empresa o mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores mediante un nuevo convenio colectivo conforman algunas de las premisas de Mercadona de cara a cumplir con la responsabilidad social de la empresa. También explicó las acciones llevadas a cabo en la relación con su Cadena Agroalimentaria y la relación con la sociedad.

Para concluir la primera mesa redonda, la consejera delegada de Disfrimur, Isabel Sánchez, explicó el origen de una empresa familiar y humilde que lleva a cabo innumerables acciones de responsabilidad social. «Nuestro principal objetivo es reducir la contaminación, sobre todo mediante las emisiones de los camiones», manifestó la ponente. En 2016 Disfrimur consiguió medir su impacto medioambiental, y reducirlo durante los dos últimos años, gracias a la utilización de vehículos de gas que son menos contaminantes.

Cuestión de valores

Cuestión de valoresLa siguiente mesa de expertos estuvo moderada por Caridad de la Hera, subdirectora general de Trabajo de la CARM, que destacó la variedad de perfiles profesionales de los ponentes. Juan Antonio López Abadía, director técnico de Estrella de Levante, explicó que «lo que diferencia a unas empresas y otras son los valores». La empresa cervecera aplica medidas de RSC, sobre todo en el ámbito medioambiental, que incluye la regulación del alumbrado en las instalaciones de la empresa o la reutilización de productos mediante la economía circular. «Por ejemplo, cada x generaciones de levadura, se la damos de comer a los cerdos», dijo. Para Juan Antonio López Abadía, «la RSC requiere un esfuerzo particular que no ofrece un retorno directo de la inversión».

También intervino Cristina Cremades, del Grupo Fuertes, para quien «la RSC representa los valores de la compañía», mediante la búsqueda de la excelencia a través de los grupos de interés. Entre los compromisos de las empresas del Grupo Fuertes con la RSC dan prioridad al ámbito medioambiental, al bienestar de los trabajadores y a la promoción del deporte. «Estamos trabajando en determinar los impactos de los ODS en nuestra empresa», comentó Cremades.

En la misma línea, Mª Ángeles Franco, representante de Global París y responsable de la planta de Cañada Hermosa, explicó que las empresas avanzan hacia un modelo de economía circular, como también había mencionado anteriormente Juan Antonio López Abadía. Los ponentes coinciden en que el modelo lineal que hasta hace poco era el más frecuente en las empresas, «es insostenible». La reutilización de los recursos es fundamental para cumplir con los ODS. Así pues, Global París redujo el año pasado en las 61.000 toneladas de residuos y en 165.000 las toneladas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera.

Como había adelantado el profesor Longinos Marín, cada empresa debe establecer sus prioridades entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Global París se centra en tres de ellos: reducción de las desigualdades, producción y consumo responsables y acción por el clima.

Para concluir la ronda de ponentes, la representante de BBVA mostró a través de una pieza audiovisual que la sociedad ha llegado a un punto de inflexión en la era de de la sostenibilidad. Para tal fin, se necesita financiación, y BBVA, a través del Compromiso 2025, busca, en primer lugar, financiar esa transición con 100.000 millones de euros; posteriormente, generar impactos en los grupos de interés, reduciendo las emisiones contaminantes, y finalmente, involucrar a los ciudadanos mediante la colaboración activa. «Ya hemos movilizado 11.815 millones de euros, casi todo para financiación verde», señaló Beatriz Alonso.

Por encima de las ideologías

Por encima de las ideologíasConcluyeron las I Jornadas sobre RSC con la intervención del subdirector general de la UE, Acción Exterior y Cooperación, Manuel Pleguezuelo. Como representante de la administración pública, puso el foco sobre el Objetivo 17 de la Agenda 2030, el que habla de las alianzas. «Es fundamental que el sector privado, las administraciones públicas, la ciudadanía y los medios de comunicación caminemos unidos», recordó Pleguezuelo, para quien este asunto está por encima de cualquier fin partidista y de las ideologías políticas. Además, cree que hay que unir fuerzas para luchar contra la pobreza y el cambio climático y trabajar por la educación y el crecimiento sostenible.