El Plan de Acción promovido por la Comunidad Autónoma para la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que plantea la Agenda 2030 de Organización de las Naciones Unidas es la plasmación de un compromiso con su cumplimiento y con su difusión entre los actores sociales y económicos y toda la sociedad murciana.

La Agenda 2030 es una agenda de transformación. Es un planteamiento que implica hacer las cosas de otra manera. Es transformar a las personas para que transformen el mundo.

No se trata de declaraciones de intenciones utópicas, ni de meros mensajes bienintencionados dirigidos sólo a los países en vías de desarrollo, sino de comportamientos, hábitos y conductas que contribuyan desde este mismo momento, y en nuestro entorno más cercano, que es, además, un entorno especialmente vulnerable al cambio climático, al cumplimiento de unas exigencias de sostenibilidad social, económica y medioambiental; a un trabajo por el planeta y por las personas, por la prosperidad económica, la paz y las alianzas.

El compromiso adoptado por el Gobierno regional se centraba en establecer un diagnóstico del punto de partida, una hoja de ruta clara y el establecimiento de una estructura que de seguimiento a ese planeamiento y permita que todos los departamentos de la Administración regional se impliquen en la tarea de contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y el Plan de Acción 2019-2020 es la respuesta a ese compromiso.

Este plan se ha elaborado a partir de un proceso participativo, que lo convierte en el único entre los impulsados por las comunidades autónomas y administraciones públicas que ha contado con una participación tan extensa y tan abierta (más de 400 empleados públicos, 1.300 ciudadanos particulares y representantes de la sociedad civil), por entender que todos los agentes implicados habían de tener la oportunidad de presentar sus aportaciones (casi 4.000).

Fortalezas y debilidades

El documento elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de la Universidad de Murcia, a partir del encargo realizado por el Gobierno regional y de los resultados del proceso participativo, establece entre las fortalezas de la Región en materia de ODS la gestión eficaz del agua y el saneamiento, así como un sector agroalimentario tecnificado; el carácter solidario y abierto de la sociedad murciana; la importante presencia de la economía social y la existencia de un amplio tejido asociativo; y las facilidades de entendimiento y alianzas que propicia el hecho de ser una comunidad uniprovincial con solo 45 municipios.

Frente a estas fortalezas, se detectan como debilidades la falta de formación y cultura política sobre ODS o de concienciación sobre los efectos del clima en el medio ambiente; el desconocimiento de la Agenda 2030; la falta de hábitos y conductas alineadas con los ODS, tanto en centros educativos como en empresas; o la falta de cooperación entre los sectores público y privado.

El Plan de Acción señala entre las prioridades de la Comunidad Autónoma la erradicación de la pobreza, en todas sus formas y en cualquier parte del mundo (ODS1); la acción por el clima y protección de los ecosistemas terrestre y marino (ODS 13, 14 y 15); la garantía de una educación de calidad inclusiva y equitativa, que promueva las oportunidades de aprendizaje para todos (ODS 4); y el fomento del crecimiento económico inclusivo y sostenible, y del pleno empleo y el trabajo digno (ODS 8).

Mejora de las alianzas

En el Plan de Acción tienen una importancia determinante las alianzas, porque los Objetivos de Desarrollo Sostenible no son un reto que atañe sólo a los gobiernos o a las Administraciones públicas, sino que implica a todos los agentes sociales y entidades, también a las empresas a través de su Responsabilidad Social Corporativa, y en última instancia, a todos los ciudadanos.

La necesaria mejora de las alianzas se debe desarrollar con eficaces mecanismos de coordinación y cooperación por materias, a modo de mesas de trabajo, y con la incorporación de los ODS de manera transversal en la educación formal, no formal, y en la formación de técnicos y profesionales.

Así, se destaca la importancia de la sensibilización y la difusión sobre la Agenda 2030. También se pone el acento en la imprescindible implicación de los empleados públicos como agentes de esta nueva manera de gestionar lo público, así como en la necesidad de formación.

Se hace preciso, igualmente, contar con ciertas políticas que sirvan de palanca en el resto de ámbitos, a través del cumplimiento de los Planes Estratégicos de Empleo de Calidad, Economía Social, Economía Circular, Cooperación para el Desarrollo, Gobierno Abierto, Pacto por la Infancia, Pactos para la Lucha contra la Pobreza, y a través de los programas operativos de los fondos europeos de Desarrollo Regional, Fondo Social y Desarrollo Rural.

En suma, el Plan de Acción para la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Región de Murcia es la herramienta que nos marca a todos el diagnóstico y punto de partida hacia una estrategia regional hacia el horizonte del año 2030. Y es también un ejemplo de trabajo cooperativo y de consenso, con aportaciones de Administraciones públicas, sociedad civil y sector privado, contando con expertos de la Universidad de Murcia y con toda la ciudadanía a través del proceso participativo, con el único objetivo de no dejar a nadie atrás.