La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a cinco años de cárcel y multa de 10.260 euros a un hombre al que su propia hija denunció que la había amenazado con una pistola cuando descubrió que utilizaba el bar propiedad de ella, ubicado en una pedanía murciana, para traficar con droga.

La condena se le impone como autor de un delito contra la salud pública, sin que haya sido posible condenarle también por un delito de amenazas al no haber aparecido el arma supuestamente esgrimida para su presunta comisión ni quedar probado el mismo por otras vías.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, condena a la compañera del acusado, por el mismo delito de tráfico de drogas, a la pena de tres años de prisión y multa de 3.450 euros.

El relato de hechos probados señala que los mismos ocurrieron el tres de junio de 2018, cuando ambos denunciados fueron sorprendidos por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía en las inmediaciones del bar cuando investigaban la denuncia de la hija.

Esta había denunciado que al llegar a este establecimiento de su propiedad se encontró con la sorpresa de que su padre y la pareja de este estaban manipulando droga, momento en el que aquel habría esgrimido la pistola.

Los agentes encontraron en la ropa interior de la acusada 15 bolsitas de cocaína y 595 euros en un monedero, mientras que en el coche que utilizaban, en un compartimento oculto, hallaron otros 335 euros, que el tribunal considera procedían del ilícito tráfico de estupefacientes.

En la entrada y registro efectuada en el local se comprobó la existencia de útiles de los habitualmente empleados para el tráfico de drogas y casi treinta gramos de la misma sustancia.

Durante la vista oral, el acusado negó se poseedor de ninguna pistola y haber amenazado a su hija.

La sentencia, que tiene como ponente al magistrado José Luis García, dice que los agentes policiales, que se auxiliaron de un perro especializado, no encontraron el arma que según la denunciante habría sido esgrimida contra ella por su padre