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Los Premios Mercurio se instituyeron en 1980, como forma de destacar y reconocer públicamente la labor de las empresas murcianas en una actividad concreta: la exportación. Posteriormente, las categorías de los premios se fueron ampliando e incluyeron: Comercio (1982); Promoción Turística (1983); Industria (1985); Empresas de Servicios (1987) y Artesanía (1988).

En 1990 se dio un paso al frente al poner encima de la mesa la conveniencia de crear otro galardón, al Desarrollo Empresarial, que está destinado a la persona, no a la empresa, y que tiene como principal objetivo distinguir a aquellos empresarios y empresarias cuya aportación personal al desarrollo de la Comunidad Autónoma de Murcia es digna de reconocimiento.

Durante las últimas cuatro décadas, han sido reconocidas las principales empresas de la Región, así como las figuras más destacadas por su trayectoria individual en el ámbito de la economía y la empresa. Todas ellas se convierten en las protagonistas de la Noche de la Economía Murciana, una velada en la que se hace entrega de los Premios Mercurio y del Premio al Desarrollo Empresarial, y que está concebida como una cita en la que se reconoce de forma pública y solemne la figura y la labor del empresariado murciano, dándole el mayor realce posible en forma y fondo.

Dos premios por categoría

En la actualidad, y según establecen las bases, se pueden conceder cada año un máximo de dos premios en cada categoría y únicamente a empresas pertenecientes al Censo de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Murcia, siempre que no pertenezcan al Pleno de la misma. Opcionalmente, es posible otorgar diplomas de Mención Especial a empresas, organismos, entidades o personas relacionadas con el objeto de cada premio, que hayan destacado en la consecución de sus fines.

Cada categoría tiene un jurado específico, que está integrado por empresarios que forman parte de las Comisiones de Trabajo de esta corporación, representantes de la Administración y destacadas autoridades del ámbito de actividad que se pretenda premiar, circunstancia que permite una apreciación objetiva y cualificada de los méritos que concurren en cada candidato. En el caso del Premio al Desarrollo Empresarial, es el propio Comité Ejecutivo de la Corporación el que toma la decisión.

En cuanto a los méritos valorados, hay algunos que son comunes para todas las categorías, como la antigüedad de una empresa, sus inversiones, red comercial, capacidad de adaptación a los cambios, la calidad de sus productos o servicios, etcétera, así como un aspecto que cada vez más tiene una mayor importancia como es la implicación social de la empresas, que se refleja en aspectos concretos como el respeto al medio ambiente o su colaboración con las iniciativas culturales, deportivas o a favor de colectivos desfavorecidos.

Junto a estos, existen otros valores propios de cada actividad empresarial, como es, en el caso de la exportación, el porcentaje que las ventas fuera de las fronteras supongan en la facturación total de la empresa; o en el caso de la artesanía, su vinculación con la tradición propia de esta tierra.