El 14 de diciembre de 2018, Antonio Huertas y Javier Jiménez mantuvieron una reunión con antiguos empleados y empleadas de Conservas Fernández, a quienes explicó el desarrollo de toda la operación de compra: los distintos nombres en los que se pensó, y cómo finalmente se optó por utilizar en la subasta una empresa que se había comprado previamente en Valencia, Great Market Excellence. La venta se cerró en el despacho de un notario valenciano que «se parecía mucho a Luis Bárcenas», comentaron como anécdota. Muchas dudas se plantearon sobre la elección de esa empresa, cuya propietaria era Vanessa Durán, ligada a un empresario, Ramón Cerdá, que a su vez apareció en tramas de corrupción. «Era la opción más adecuada para que no nos relacionaran con la compra y así evitar que nos pusieran trabas para adquirirla», explicó Huertas a los reunidos. Y añadió: «Nada sabíamos de sus actividades previas».

Confirmaron que el avalista era «el empresario Pepe Piñero, al que debemos los 132.000 euros que nos prestó», pero no dieron más detalles del por qué lo hizo.