Un estudio advierte del peligro que representan las más de 16.000 plantas de desalinización que operan en todo el mundo y que producen al día 142 millones de metros cúbicos de salmuera, un 50% más de lo previamente estimado.

El estudio ha sido realizado por científicos del Instituto para el Agua, el Medioambiente y la Salud (UNU-INWEH) (un organismo de la ONU basado en Canadá), la Universidad Wageningen (Holanda), y el Instituto Gwangju de Ciencia y Tecnología (Corea del Sur).

Uno de los autores del estudio, el doctor Manzoor Qadir, vicedirector de UNU-INWEH, declaró que «el impacto potencial de la salmuera es muy importante. Aumenta la temperatura del agua del mar y reduce la cantidad de oxígeno en el agua lo que causa graves daños a la vida acuática».

Qadir también dijo que las plantas desalinizadoras suponen otro impacto negativo al medioambiente porque el proceso de absorber agua marina para desalinizar elimina muchos animales marinos que son atrapados en redes para evitar ser succionados.

Edward Jones, el principal autor del estudio y profesor de la Universidad Wageningen, comentó que por cada litro de agua potable producido, se generan una media de 1,5 litros de salmuera. La producción anual es suficiente para cubrir todo el estado de Florida (EE UU) con 30,5 centímetros de salmuera, dijo.

El profesor Jones destacó a España como uno de los principales productores de salmuera del mundo y el mayor de Europa. De hecho, solo en la cuenca del Segura las tres principales plantas desaladoras de Acuamed (Águilas, Valdelentisco y Torrevieja) se obtienen 177 hm3 de agua al año (casi 266 hm3 de salmuera).

Pero Jones puntualizó que la tecnología de desalinización utilizada en España es de las más avanzadas y más eficientes, por lo que su impacto medioambiental es menor.

Los autores indicaron que es esencial mejorar las tecnologías de desalinización y reducir su impacto medioambiental porque hasta 2.000 millones de personas viven en la actualidad en zonas con escasez de agua que se podrían beneficiar de la conversión de agua marina en agua potable.

«Hay una urgente necesidad de que las tecnologías sean más baratas y extenderlas a países con ingresos bajos o medios. Al mismo tiempo tenemos que responder a los problemas potencialmente graves de la desalinización», declaró el doctor Vladimir Smakhtin, director de UNU-INWEH.

En la parte positiva, los investigadores apuntan que la salmuera puede ser aprovechada económicamente en acuicultura, para la irrigación de especies tolerantes a la sal, para generar electricidad y para recuperar productos como magnesio, yeso, calcio, potasio, cloro, litio e incluso uranio.