El delegado del Gobierno en Murcia, Francisco Jiménez, presidía este jueves el acto conmemorativo del 175 aniversario de la fundación de la Guardia Civil, en el que ha resaltado la contribución de la Guardia Civil a nuestro bienestar y convivencia democrática y ha destacado que, año tras año, los españoles le renuevan su confianza reconociéndola como una de las instituciones mejor valoradas del país.

Durante el acto, celebrado en el salón de actos del Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo, se ha proyectado un video conmemorativo y se han impuesto treinta y cinco condecoraciones al Mérito Civil y al Mérito de la Guardia Civil, además de reconocer la trayectoria de cuatro guardias civiles que han pasado a situación de reserva y retirado durante el último año después de toda una vida dedicada al servicio del ciudadano. Destaca la distinción de la Cruz de Plata dada al comandante Francisco Acosta.

Jiménez ha detallado que la Guardia Civil continúa ejerciendo la responsabilidad de la seguridad ciudadana en el 84% del territorio y en el mar territorial, vela por el control de las armas y explosivos, el Resguardo Fiscal del Estado, el tráfico interurbano, la custodia de las vías de comunicaciones, puertos y aeropuertos y la protección de la naturaleza.

Finalmente, el delegado del Gobierno ha tenido un recuerdo especial con los agentes fallecidos durante todos estos años en acto de servicio o como consecuencia de un atentado terrorista.

Por tierra, mar y aire se dejan la piel los alrededor de 2.000 agentes (la mayoría varones, solo 72 son mujeres) que trabajan en la V Zona de la Guardia Civil, la que corresponde a la Región de Murcia. En la sede (la Comandancia de Murcia) y los distintos cuarteles se reparten los profesionales del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), la Policía Judicial, los equipos ROCA (Robos en el Campo) y los Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), entre otros.

Rascando de aquí y de allá, se puede saber también que no siempre han ido de verde, o que cuando se estrenó la primera indumentaria confeccionada en el color distintivo de los guardias de hoy, en torno a la II República y puede que para mejor favorecer el camuflaje en las zonas rurales, habían vestido al menos seis uniformes diferentes desde que la Benemérita nació en 1844 vestida con una levita azul marino y granate diseñada por el duque de Ahumada, fundador y primer director. También que el bigote llegó a ser obligatorio, que hace treinta años que el uniforme lo visten mujeres y que ellas representan ahora algo más del 7,25 por ciento de la institución.

O que aquel cuerpo de seguridad pública fundado para salir al paso de los bandoleros en los caminos de mediados del XIX son hoy más de 75.000 personas en activo y unas cuantas más en la reserva, que la Guardia Civil tiene veinte especialidades de raíz heterogénea y ramificadas en subespecialidades, algunas unidades de élite y un parque de 20.000 vehículos de todo tipo para la tierra, el mar y el aire que recorren más de 390 millones de kilómetros al año, el equivalente a 9.700 vueltas al mundo. A las funciones básicas añaden hoy la protección de la naturaleza, la vigilancia del subsuelo y los fondos marinos, la investigación policial de alto nivel, el control de armas o las misiones de cooperación en el exterior en zonas de conflicto o misiones humanitarias.