En la Región, donde el sector turístico tiene un importante peso, muchos sostienen que, cuanta más luz, mayor consumo y más entretenimiento para los visitantes. Comerciantes consultados por LA OPINIÓN también prefieren que anochezca más tarde, lo que significa más vida en las calles y por tanto más visitas a las tiendas.

Desde la Asociación de Comerciantes del Carmen, su portavoz, José Oñate, comenta que están a favor de que se mantenga el horario de verano porque la gente sale mucho más a la calle, se generan más ventas y esto es positivo para los comercios. Recuerda que se trata de un cambio que se lleva pidiendo mucho tiempo incluso a través de la Confederación Española del Comercio.

Desde la Asociación de Comerciantes Carmelitanos, su presidente, Juan Antonio García-Grajalva, indica que el cambio de hora «nos afecta en el sentido de que tenemos que trabajar más, hasta que te adecuas al horario».

«Afecta bastante al profesional que tiene que conciliar vida y trabajo», remarca, al tiempo que muestra su preferencia: el horario que arranca ahora es el mejor, desde su punto de vista.

García-Grajalva aprovecha para recordar «las desventajas del pequeño comercio» a la hora de competir contra «los que no tienen horario», en referencia a «la competencia desleal que hay a través de Internet», denuncia.

Por otro lado, la presidenta de Triángulo Murcia, Carmen Piñero, asevera que debería haber «calles con una iluminación más potente», y se pregunta si es que en ciudades como Londres o Berlín «no se compra». «Las calles las mantienen las luces de los comercios; cuando cierran, se quedan como la boca del lobo», dice.

Piñero hace un llamamiento para que la gente compre «en el pequeño comercio, que es el que deja la riqueza en su ciudad».

El sector turístico de la comunidad murciana, una joya de sol y playa, es uno de los más beneficiados por el cambio de hora debido a que, cuantas más horas de luz, más consumo. Aunque no hay datos económicos cuantificados, hoteleros y hosteleros consiguen un mayor nivel de ingresos en los meses en que se desarrolla el horario de verano, según apuntaron hosteleros consultados por este periódico.

El turista que está de vacaciones no madruga (por lo general) y opta por recogerse más tarde, por lo que disfrutar de más horas de luz aumenta sus ganas de pasear, tomar algo en una terraza a la orilla del Mar Menor o cenar al aire libre hasta altas horas.