El titular del Juzgado de Instrucción Número Ocho de Murcia ve indicios para imputar a un médico del Virgen de la Caridad, en Cartagena, el delito de homicidio por imprudencia. Lo hace en el marco del proceso judicial iniciado a raíz de la querella interpuesta por la madre de un adolescente, Alejandro, que falleció a los 14 años de edad en el Virgen de la Arrixaca por una meningitis, nueve días después de que le diagnosticasen una gastroenteritis.

Tal y como se lee en el auto judicial, el médico, que acudió al domicilio del menor, después de que alertase la madre de que estaba enfermo, «debió remitir a Alejandro a urgencias, cosa que no hizo». Desde el punto de vista del juez, «esos dos días que se perdieron fueron decisivos para el fatal resultado».

«Según relatan los padres, la visita fue corta y poco seria. La actuación del doctor se entiende que, si tiene nexo causal con el resultado producido, reiterando que en todo caso que debe ser en la vista de juicio oral donde se dé mayor credibilidad a una versión u otra», se lee en el auto.

El juez, asimismo, estima que «la mirada perdida y el extraño movimiento de ojos de Alejandro debieron ser percibidos por el doctor como síntomas compatibles con un síndrome meníngeo».

La Comunidad Autónoma ya indemnizó a la familia del menor con 150.000 euros, cantidad que determinó la sala de Lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Murcia en el año 2015.

Todo comenzó dos días después del 14 cumpleaños del niño, en febrero de 2011, cuando la víctima, de nombre Alejandro, comenzó a sentirse mal en su domicilio de Cartagena. Tenía fiebre alta, náuseas, un fuerte dolor de cabeza y visión borrosa. Fue a la casa un médico que, tras examinar al menor, diagnosticó que sufría una gastroenteritis y le mandó reposo. Como el niño no mejoraba, su madre lo llevó al Perpetuo Socorro, donde los médicos sospecharon de una posible meningitis. Dado el estado del pequeño, se derivó al Hospital Santa María del Rosell, también en Cartagena, y de ahí al Virgen de la Arrixaca de Murcia. Nueve días después del primer contacto con un médico (el que ahora está imputado), el pequeño Alejandro falleció.

En el auto, el juez exculpa a dos médicos, que son neurólogos del Virgen del Rosell y la Arrixaca, respectivamente. Esta resolución va a ser recurrida por la madre del difunto, dado que los considera «máximos responsables» del fallecimiento.

La madre de Alejandro, por tanto, seguirá luchando en los tribunales, dado que «es incomprensible que habiendo sido condenado el Servicio Murciano de Salud (SMS) por vía civil, ahora se exculpe a las personas concretas de esa entidad abstracta: los médicos», hace hincapié. «El SMS no fue el responsable del fallecimiento de mi hijo, sino los médicos que trabajan allí», tiene claro la mujer, que afirma estar «llorando cada día por las esquinas» tras la tragedia vivida.