No cambiar la hora de los relojes dos veces al año sería como «llevar abrigo en verano y bermudas en invierno», opina el catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, Jorge Mira, uno de los trece expertos que asesora al Gobierno de España en esta materia.

Mira, quien intervino en la Universidad de Navarra en un seminario del grupo Ciencia, razón y fe, ha argumentado el impacto económico que tendría no realizar el cambio al horario de verano.

En su opinión, «la supresión de una hora de luz por la tarde reduciría la actividad económica, sobre todo en zonas turísticas» como la Región. Además, indica que, si se mantuviese el horario de invierno (UTC+1) todo el año, «en Barcelona estaría amaneciendo antes de las 6 de la mañana durante cuatro meses al año» y, si se mantuviese el horario de verano (UTC+2) todo el año, «en Galicia estaría amaneciendo entre las 9 y las 10 durante cuatro meses». El cambio estacional de hora, a su juicio, «es la manera más racional de adaptarse a las cambiantes condiciones de luz-oscuridad».