Los trenes de Cercanías que circulan en la Región son los más viejos y los más caros de España, según un estudio comparativo presentado por el sindicalista de CC OO Antonio del Campo en unas jornadas organizadas por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la UPCT. La falta de electrificación de la red ferroviaria regional, que obliga a seguir utilizando los trenes diésel, es la causa del elevado precio que pagan los usuarios de Murcia y de las poblaciones alicantinas por los billetes y los abonos mensuales en las líneas de Cercanías, según apunta Del Campo, que fue miembro del Consejo de Administración de Renfe.

Recuerda igualmente que Murcia y Extremadura son las únicas comunidades que siguen sin tener ni un kilómetro de vía electrificado, por lo que están condenadas a depender de los trenes más antiguos y en peor estado, lo que da lugar a frecuentes averías y retrasos continuos. A su vez, la demora de la electrificación impide incorporar los nuevos trenes que están siendo utilizados en otras comunidades autónomas.

Antonio del Campo atribuye esta situación «al abandono y falta de inversiones que se justificaron por todos los gobiernos de turno con la llegada de la Alta Velocidad como solución a las carencias ferroviarias durante más de 25 años».

En la ponencia presentada en la Escuela de Ingeniería Industrial, remite al estudio realizado por Domingo Centenero, profesor y miembro de la Plataforma Pro Soterramiento, quien califica los trenes que conectan la capital con Lorca y Alicante como más caros de toda España.

A su vez, los precios que pagan los usuarios de ciudades intermedias de estas líneas, como Alhama o Crevillente, se sitúan entre los segundos más costosos de toda la red nacional de Cercanías.

Del Campo indica que, según el estudio, en estas líneas «tenemos los trenes más viejos y los precios más caros de toda España, fundamentalmente por el precio del gasoil, que resulta mucho más elevado que el de la electricidad».

Recuerda que los servicios de Cercanías se prestan «con trenes diésel 592 fabricados en los años 80; por tanto, tienen una antigüedad de más de 35 años».

Añade que las Cercanías ofrecen 23 servicios de ida en días laborales entre Murcia y Alicante y 22 de vuelta, y de 16 servicios en cada dirección entre Murcia y Lorca, tres de los cuales se prolongan hasta Águilas.

Entre Murcia y Cartagena se prestan nueve servicios, en los que se utilizan los trenes Altaria con una tarifa especial para trayectos cortos y antiguos automotores diésel, que también sufren averías y problemas constantes.

El sindicalista de CC OO recuerda también que las líneas de Cercanías han perdido un millón de viajeros entre 2009 y 2017, debido al impacto de la crisis económica, lo que ha reducido de cinco a cuatro millones el número de usuarios de estos servicios.

La terminación de las líneas de AVE que hay en construcción permitiría por fin introducir en las Cercanías de Cartagena y de Lorca y Pulpí los nuevos trenes eléctricos que están utilizándose en otras comunidades. Sin embargo, en la línea con Alicante sería necesario establecer un trasbordo en Albatera, dado que la Alta Velocidad se separa del trazado convencional para seguir en dirección a Monforte del Cid.

Del Campo critica que «con las políticas electoralistas erróneas carentes de planificación, derrochadoras de los dineros públicos e insostenibles económicamente y medioambientalmente, llevamos gastados en el Estado español más de 55.000 millones de euros para tener construidos 3.500 kilómetros de AVE, cuando con ese dinero tendríamos toda la red ferroviaria española con vía doble, electrificada y con sistema de seguridad ERTMS, que permite más de 300 relaciones diarias por sus vías».

Reprocha a los gobiernos que han pasado por la Comunidad Autónoma que «después de 38 años de autonomía» no hayan desarrollado un Plan Estratégico de Transporte y Movilidad que mejore las comunicaciones.

Por su parte, fuentes de Renfe respondieron que los precios de los trenes son similares en todas las comunidades autónomas.