Juan Antonio Delgado Ramos (San Fernando, Cádiz; 1971) conoce bien la realidad de la Guardia Civil después de 23 años en el Cuerpo. También asegura que conoce los problemas de la Benemérita en la Región, una tierra que visitó cuando era portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (lo fue entre 1997 y 2015). «En la Región se demanda un aumento de la plantilla, porque eso incide en un mejor servicio al ciudadano y en la jornada laboral de los guardias civiles. En Murcia hay vehículos que superan los 300.000 kilómetros», dice, ironizando: «La Policía y la Guardia Civil tienen que tener medios que sean, al menos, mejores que los de los delincuentes». Desde hace cuatro años, Delgado es diputado, ejerce como portavoz de Defensa e Interior de Unidos Podemos y para los comicios del 28A es el número dos de la lista de Unidas Podemos por Cádiz.

¿Qué abordará en su intervención de mañana en Murcia?

Será un debate y una charla amena con la gente de la Universidad. Por mi perfil de guardia civil durante 25 años, voy a hablar de lo que he hecho en la Comisión de Interior y Defensa. La Región tiene una especial incidencia, porque la plantilla de militares es importante en Murcia y Cartagena. También hablaré sobre el modelo policial, sus fallos y sus mejoras. Los derechos laborales de policías y guardias civiles. La importancia de un servicio público como es la seguridad, que a veces nos olvidamos de que es un servicio que hay que defender, como la sanidad. Lo que han supuesto los recortes del PP en materia de seguridad ciudadana y en plantillas de la Guardia Civil, con desmantelamientos. Lo hemos visto en la zona de Yecla, donde los propios vecinos tienen que hacer patrullas. Los recortes en esta etapa de crisis han convertido a muchos vecinos en ciudadanos de segunda porque no reciben los mismos servicios en materia de seguridad ciudadana: horarios partidos, con falta de patrullas y personal... O en el aeropuerto, donde falta plantilla.

¿Un cambio de gobierno es suficiente para revertir esta situación de la Guardia Civil?

Sí, pero no. Tiene que haber un cambio de gobierno, tiene que haber voluntad política, tiene que haber una política para revertir esos recortes y contar con toda la sociedad para tener unas fuerzas de seguridad modernas, con medios y personal, y despolitizadas. Falta un mayor gasto en seguridad. El modelo policial es una asignatura pendiente, demandada por los sindicatos y vecinos; se requiere una redistribución de los cuarteles de la Guardia civil. En la Región y a nivel estatal hay cuarteles con menos de quince efectivos. Eso no es operativo. Lo mismo ocurre con los militares: está el problema, que afecta a la Región porque hay muchos cuarteles, de que a los 45 años les dan una patada y los echan a la calle. La Ley de Tropa y Marinería de 2006 indica que los militares tienen que dejar el Ejército a los 45 años, pero la norma preveía unas cuestiones para no dejarlos en la indigencia laboral. Ni el PP ni el PSOE han cumplido esa ley. Nosotros entendemos que una persona con 45 años es joven y puede estar en las Fuerzas Armadas; es una política errónea echar a militares preparados y formados en una edad joven. Es un drama familiar de muchas personas: de aquí a 2030, más de 50.000 militares irán a calle.

En la Región, policías y guardias civiles reivindican la equiparación salarial.

Unidos Podemos ha apoyado siempre a todas las asociaciones y sindicatos en la equiparación salarial. Son reivindicaciones legítimas de los trabajadores. La primera iniciativa que presentamos en la Comisión del Interior fue la asignación de chalecos antibalas a policías y guardia civiles. Fue aprobada por unanimidad en el Congreso, pero a día de hoy estamos esperando que se haga efectiva para todos. No puede pasar que un mosso d'esquadra o un ertzaina cobre entre 600 y 700 euros más que un policía. Ellos dicen: «Al mismo trabajo, un mismo sueldo». Y estamos de acuerdo. Es un compromiso nuestro.

¿Es un tópico que para ser guardia civil hay que tener una ideología conservadora?

La Guardia Civil y la Policía son un reflejo de la sociedad. Hace 150 años, los guardias civiles vivían en los cuarteles, que a su vez estaban alejados de los pueblos. Hoy hay 40.000 pabellones de la Guardia Civil; de esos, más de la mitad están en mal estado y la mayoría no están ocupados. Más de la mitad no viven en pabellones, sino en pisos, con el resto de ciudadanos, que eso hace que seamos un reflejo de la sociedad. Puede ser un colectivo más conservador, aunque no significa que sea de derechas, pero hay votantes de todos los partidos: también de izquierdas, de Podemos, de Izquierda Unida...

¿Qué piensa cuando escucha a Santiago Abascal pedir impunidad por disparar a quienes entren sin permiso en un hogar?

Opino como las asociaciones de la Guardia Civil: es un disparate. No entiendo muy bien por qué se proponen cosas, como llevar armas, que no son una demanda de la sociedad. España es un país seguro a nivel mundial. Me sorprende que saquen esta iniciativa: el ciudadano español no quiere ser como EE UU, donde cualquier persona puede entrar con una pistola en una escuela. España tiene un control de armas muy efectivo, y está bien así.

Ustedes están en contra de endurecer las penas. Pero, ¿cómo explican esta posición ante la ciudadanía cuando ocurren crímenes como el de Laura Luelmo?

Somos partidarios de lo mismo que casi todos los países del mundo. En EE UU hay pena de muerte, pero eso no hace que bajen los datos de criminalidad. En los países donde las penas son más duras no se ha demostrado que se reduzca el número de casos. Creemos en la política de reinserción, y en políticas efectivas y reales. Puede quedar muy bien en caliente pedir prisión permanente revisable cuando se produce un asesinato, pero al final hay que hacer un análisis: ¿Esto sirve para solucionar el problema?

Sostiene que hay un gran drama en la Guardia Civil: los suicidios.

Es un tema muy grave. Los suicidios en la Guardia Civil se multiplican por cinco con respecto al resto de la sociedad. Cada menos de veinte días se suicida un guardia civil en el Estado español. Cada diez días se produce un intento de suicidio. Hay un estudio que lo demuestra. Es una media muy por encima de la sociedad, y por encima de militares y policías. Me reprocharon cuando lo denuncié que ellos tienen pistolas, pero los militares tienen armas más potentes y no se producen estas cifras. Tiene que ver con las condiciones sociolaborales y el mal entendido régimen militar dentro de la Guardia Civil: la falta de mecanismos como tener sindicatos o el uso de la libertad de expresión sin miedo a que te abran un expediente. No quiero decir que todo se deba a eso, pero influye.