La saturación de la red eléctrica que da salida a la producción de la energía fotovoltaica impide seguir poniendo nuevos huertos solares en la Región, según dijo ayer el presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca. Durante su intervención en una jornada organizada conjuntamente con la Federación de Cooperativas Agrarias (Fecoam), Martínez-Aroca alertó de que la incapacidad de las redes de evacuación de la energía solar resulta especialmente grave en el Valle del Guadalentín, que considera «colapsado» debido a la implantación de grandes plantas construidas con capital extranjero.

Las posibilidades de seguir ampliando la capacidad de generación dependen en este momento de que las compañías Red Eléctrica e Iberdrola realicen las inversiones necesarias para ampliar las subestaciones y las líneas destinadas a la evacuación de energía fotovoltaica, según reconoció el consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, que intervino en la clausura de la jornada 'Generación fotovoltaica y producción agraria'.

La potencia instalada en las plantas solares existentes en la Región alcanzaba los 438 megavatios en 2017, mientras que la energía generada situó a Murcia a la cabeza de las comunidades autónomas, según los datos facilitados por Celdrán. La generación fotovoltaica aporta ya el 10,03% de la capacidad total de producción energética de la Región y el 9,3% del total nacional. Murcia ocupa el quinto puesto en capacidad de generación, dado que las posiciones de cabeza corresponden a comunidades mucho más extensas, pero alcanza la mayor densidad por kilómetro cuadrado.

A su vez, la capacidad total de generación de energía renovable llega al 18% y daría para suministrar electricidad a la mitad de los hogares de la Región, según los cálculos de la Consejería.

El presidente de Anpier defendió la implantación de huertos solares y plantas fotovoltaicas de pequeñas dimensiones frente a las grandes inversiones que, además de limitar la capacidad de la red eléctrica para dar salida a la energía producida por el sol, tienen un mayor impacto medioambiental sobre el territorio.

Advirtió de que «las macroplantas» ocupan una gran superficie de terreno y alteran «el paisaje, los caminos y las ramblas», además de que acaban saturando las líneas eléctricas utilizadas para la evacuación, lo que está llevando al «colapso en todo el Valle del Guadalentín». A su juicio, si continúa la expansión de estas grandes instalaciones, «acabaremos por expulsar del sistema de generación a las pequeñas explotaciones», lo que daría lugar a «la fuga de los beneficios económicos generados por el sol a Madrid o a Moscú».

Por su parte, el consejero señaló que «cuando viene un inversor de fuera también hay que apoyarlo», aunque reconoció que ya hay problemas para dar salida a energía renovable en Lorca, Moratalla, Yecla y Mula, lo que exige una ampliación de las subestaciones y de las líneas de transporte de las compañías Red Eléctrica e Iberdrola.

La directora general de Energía, Esther Marín, confía en que el nuevo plan que prepara el Ministerio permitirá dar cabida a la avalancha de inversiones en plantas fotovoltaicas que se ha producido en el último año, ante las perspectiva de que el impuesto al sol y las trabas legales al autoconsumo tenían los días contados, aunque estuvo en vigor hasta finales del pasado año.