Seis alumnos con autismo y un niño con síndrome de Down participan en un proyecto pionero del colegio público Virgen del Carmen de Cartagena, en el que aprenden con un profesor de cuatro patas. Daniel, Almudena, Pablo, Javier, José, Lidia y Pedro comparten una hora a la semana con Bimba, una perra labradora color chocolate de tan solo un año de edad. Los estudiantes tienen entre 6 y 14 años, y todos ellos forman parte del aula abierta del centro situado en el Paseo Alfonso XIII. Su tutora es Silvia Casas. La docente expone que el hecho de contar con una perra en clase favorece el aprendizaje de sus pupilos. Bimba no acude sola al colegio, ya que asiste en compañía de su cuidador, que se llama Antonio Miquel, y de la terapeuta Belén Planas.

Ellos dos forman parte de la Fundación Tiovivo, que promueve el desarrollo personal de las personas con dificultades a través de los animales. Por ejemplo, en su finca de Miranda tienen caballos con los que ayudan a jóvenes de la comarca.La tutora del aula abierta del Virgen del Carmen expone que Bimba ha llegado al colegio este trimestre. Su última clase de este curso será el viernes. En total, efectuará un total de 12 sesiones de una hora con los chavales.

«Lo consensuamos todo con los padres, porque veíamos que podía ser bueno para los niños, y, tras convencerlos, ya estamos pensando en volver a contar con perros el próximo curso», comenta Casas. Además, añade que «al principio algunos de los alumnos tenían respeto a la perra, pero ahora la abrazan e, incluso, los más cariñosos, hasta la besan». La profesora valora de forma «muy positiva» la experiencia educativa que les ha brindado Bimba.

Explica que les ha servido para que estos niños con dificultades de aprendizaje trabajen aspectos como la integración social o los conceptos espaciales. Sobre todo, destaca que gracias a Bimba los chicos están muy motivados en el aula, por lo que resulta «más fácil» enseñarles. En esto coincide la terapeuta de la Fundación Tiovivo. Planas indica que la perra sirve de facilitadora para el aprendizaje, logrando con su presencia que el desarrollo de los niños sea «mucho más rápido y eficaz».

Quieren un perro en casa

Los buenos resultados de este programa experimental y la gran acogida de Bimba en el aula ha hecho que algunos de los padres de estos niños se planteen tener una mascota en la familia. «Solo uno de los alumnos tiene ya perro antes de hacer este taller», sostiene la tutora. Sobre ello, el adiestrador de Bimba, que además de formar parte de Tiovivo es miembro de la asociación Perros Terapéuticos Murcia, comenta que «tener un perro bien educado en un hogar ayuda a que el niño tenga un mayor grado de responsabilidad y mejore su integración social». Asimismo, Miquel refleja que estos animales pueden servir de «gran utilidad» para personas con autismo, ya que en casos excepcionales pueden emplearse como ancla, para evitar fugas de estas personas.

Al ritmo de Melody y los gorilas

En la última clase que Bimba ha compartido con los niños del aula abierta del Virgen del Carmen, el pasado viernes, éstos jugaron al Twister mientras que la perra giraba con su hocico la ruleta que marcaba el color del círculo que tenían que tocar. También hicieron un corro mientras danzaban con la canción de El Baile del Gorila, de Melody. Cuando se cortaba la música, la persona que quedaba enfrente de la perra tenía que abrazarla. Igualmente, interpretaron una canción en la que trabajaban la psicomotricidad fina de sus manos y la comprensión.

Así, iban acariciando a Bimba de distintos modos conforme transcurría la melodía, entre otras actividades. En esta sesión, los alumnos se mostraban muy alegres por la presencia de Bimba, mientras que la perra participaba como una más. Parecía un miembro más de una clase, aunque, en realidad, es como una profesora de cuatro patas.

Los padres pagan para que los niños mejoren su integración

Los padres de los siete alumnos del aula abierta del colegio Virgen del Carmen de Cartagena se encuentran con un gasto extraordinario debido a los problemas de aprendizaje de sus hijos, que tienen autismo o síndrome de Down. Por regla general, el personal docente aconseja que los chicos pasen al menos cinco horas a la semana en clase con el resto de alumnos de su edad, saliendo así del aula abierta, para mejorar su integración. Pero, para que sus hijos puedan estar con el resto de compañeros, los progenitores tienen que abonar 14 euros por cada hora, ya que tienen que contratar a una terapeuta externa, que los acompaña durante la sesión. En este caso, la profesional viene de la asociación Astrade.

Educación subvenciona un programa similar, pero solo ayuda a 7 niños de la Región

Los padres de los niños del aula abierta del colegio Virgen del Carmen tienen que pagar 25 euros al mes a la Fundación Tiovivo para que sus hijos puedan compartir una hora a la semana con Bimba. Lamentan que este servicio no se lo proporcione la Consejería de Educación, ya que sus hijos están escolarizados en un colegio público. Por su parte, la Comunidad Autónoma destaca que este curso ha puesto en marcha un taller de forma experimental denominado ‘Perros y Letras', que lleva a cabo con cuatro alumnos del colegio público Federico Arce de Murcia, y con tres estudiantes del centro concertado Antonio Nebrija, de Cabezo de Torres.

La actividad con cada uno de los niños se realiza en siete sesiones individuales de una duración de 20 minutos. En ella, cada niño lee con el perro que le corresponde y su guía. En cuanto a la aplicación de este programa con perros en otros centros, la Consejería pone de manifiesto que «está trabajando en la convocatoria de una nueva edición para ampliarlo a más centros el próximo curso».