El gerente del Hospital Universitario Reina Sofía de Murcia, Juan Antonio Marqués, reconoce al ser preguntado por el informe del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de su área de salud que en él «salen a relucir problemas, algunos muy llamativos», pero insiste en que «se trata de problemas internos, de organización y falta de cohesión del equipo».

Marqués explica que «aunque no todas las opiniones recabadas son unánimes, no se puede negar que había mal ambiente» en el Servicio de Urgencias, lo que les ha llevado a mantener varias reuniones con los responsables de la dirección médica, la dirección de enfermería y con los profesionales que forman este equipo y «ya estamos actuando», afirma. Entre las medidas que el Hospital ya ha puesto en marcha se encuentra el mayor control en la distribución de los residentes en el Servicio de Urgencias, la mejora de los circuitos asistenciales y de los procesos clínicos, una mejor distribución de las cargas de trabajo de forma más participativa y la mejora de la sala de tratamientos cortos.

El gerente del Área VII asegura que no se han planteado la salida del jefe de Urgencias, ya que «se ha implicado en todas estas mejoras» y hace hincapié en que «estos problemas internos no han afectado en ningún momento a la asistencia que se presta al ciudadano». Marqués recuerda que cada día atienden más de 300 urgencias en el Reina Sofía y que las reclamaciones de pacientes han bajado de las 157 de 2017 a las 126 de 2018, al tiempo que la nota de los usuarios se ha situado en el notable alto.