La instalación de los cinco balnearios proyectados en la zona sur del Mar Menor «es completamente sostenible y no genera ningún tipo de afección sobre el medio ambiente». Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio elaborado por el Instituto de Hidráulica Ambiental (IHA) de Cantabria, «el organismo de referencia a nivel nacional en materia de investigación para la gestión de ecosistemas acuáticos», explican fuentes de la Consejería de Medio Ambiente.

El informe concluye que los balnearios proyectados para el litoral de las localidades de Los Urrutias, Punta Brava, Estrella de Mar y El Carmolí «tienen una influencia mínima prácticamente despreciable sobre la hidrodinámica del sistema, por lo que no se esperan problemas adicionales de sedimentación ni erosión». Este informe viene a responder a las dudas que planteó al proyecto el Instituto Español de Oceanografía (IEO), que consideraba que «los balnearios podrían generar secos y llegar a afectar a la pradera de cymodocea nodosa y a otras especies protegidas», detallan desde la Consejería. Este estudio analiza parámetros como las dinámicas del oleaje del Mar Menor, el sistema de corrientes o la evolución de posición de la línea de costa.

El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, explicó que, además de este estudio, la Dirección General de Medio Ambiente y Mar Menor ha tenido que solicitar informes y atender las consultas de más de una veintena de asociaciones y administraciones públicas. «La instalación de los balnearios en esta zona se está llevando a cabo tras la petición de los vecinos de la zona y después de obtener el visto bueno del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor. Se trata de un proyecto sostenible diseñado para facilitar la libre circulación del agua, la hidrodinámica del Mar Menor, y que puede servir para el refugio y hábitat de especies emblemáticas como el caballito de mar, además de contar con un elevado valor paisajístico que tiene en cuenta el entorno. No obstante, antes de iniciar su construcción tenemos que asegurarnos de que no se va a producir ninguna afección al ecosistema», explicó Antonio Luengo.

Esta fase de tramitación ambiental está pendiente ya únicamente de un estudio arqueológico solicitado por la Dirección General de Cultura de la Consejería de Turismo y Cultura para garantizar que no se producen afecciones al patrimonio cultural y que está previsto que concluya a lo largo del mes de marzo.

Una vez concluida la fase de tramitación ambiental, el último paso necesario antes de sacar el proyecto a licitación pública es que la Demarcación de Costas del Estado se pronuncie sobre la concesión administrativa para la ejecución de la obra «que ya se ha solicitado», subrayan.

Con retraso desde otoño

Cada uno de los cinco balnearios proyectados para la zona sur del Mar Menor tendrá un plazo de ejecución de tres meses aproximadamente y un presupuesto para cada uno de 277.300 euros, según el proyecto inicial. La Consejería de Medio Ambiente, que informó de estos datos en verano del año pasado, estimó que la instalación de estas estructuras comenzaría en otoño de 2018.

El diseño inicial de estas estructuras planteaba una forma de estrella de mar para las mismas, con cinco brazos, y con una superficie total de 380 metros cuadrados, de los que 53 corresponderán a zonas de sombra. Cada una de ellas tendrá una capacidad para 100 usuarios. Se sustentarán sobre 179 pilotes de madera de 140 centímetros de diámetro protegidos por camisas de hormigón que facilitan el tránsito del agua, evitando la acumulación de lodos y residuos. Además de los requisitos medioambientales, están adaptados para facilitar el acceso y el baño a las personas con movilidad reducida, ya que cuentan con rampas. Asimismo, están diseñados para que facilite la libre circulación del agua, la hidrodinámica del Mar Menor, y pueda servir para el refugio y hábitat de especies emblemáticas como el caballito de mar.